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Una opción no quirúrgica para tratar la apendicitis podría resultar favorable y efectiva. Así lo asegura un estudiopublicado este martes en la revista Journal of the American Medical Association.
Paulina Salminen, cirujana de la Universidad de Turku (Finlandia) y autora principal del estudio, asegura que la terapia con antibióticos en el tratamiento de casos de apendicitis aguda sin complicaciones graves —ruptura de órganos, peritonitis apendicular o tumor—podría ser una "alternativa viable".
Salmine y su equipo observaron a 530 personas de 18 a 60 años, escogidas de forma aleatoria y con un diagnóstico confirmado de apendicitis aguda; 273 de ellas fueron sometidas a una apendicetomía y las otras 257 recibieron tratamiento con antibióticos. El análisis se centró en evaluar durante cinco años varios aspectos en los pacientes sin cirugía: reaparición de la enfermedad, complicaciones y duración de su estancia hospitalaria.
La terapia consistió en dosis intravenosas de ertapenem durante tres días (comúnmente utilizado en infecciones bacterianas graves), seguidas de siete días de antibióticos orales. Cerca del 61% de los pacientes no requirió de una cirugía dentro de los años de observación. Y aunque en el restante 39% la dolencia reapareció y fue necesaria una cirugía más adelante, esto no dio lugar a complicaciones mayores.
¿Operar o no?
Cualquier cirugía invasiva, incluso una tan rutinaria como la apendicectomía, conlleva riesgos, especialmente para personas en mal estado de salud o propensas a desarrollar complicaciones. La anestesia puede a veces provocar problemas imprevistos, sin contar con los inconvenientes prácticos de toda operación, explica Popular Science.
Janice Taylor, cirujana pediatra de la Universidad de Florida Health, asegura que la apendicetomía es una "operación rutinaria de bajo riesgo" y ha sido el "tratamiento por elección durante más de un siglo" porque aparentemente podemos prescindir del apéndice. No obstante, aclaró que además de la posible función inmunológica y antibacteriana que se le atribuye al apéndice, cualquier cirugía no es sugerida si "realmente no es necesaria".
Thurston Drake, cirujano del Boston Medical Center (EE.UU.) explica que la terapia antibiótica para tratar esta dolencia surgió durante la Guerra Fría entre los submarinistas tras la imposibilidad de salir a la superficie. En las últimas décadas "resurgió" la idea de que se trata de una terapia exitosa y esto ha llevado a estudiar si estos medicamentos son "un tratamiento viable en vez de simplemente una táctica dilatoria hasta que se pudiera realizar la apendicectomía", resalta.
Taylor considera "arbitrario" el tratamiento presentado en el estudio y reitera el riesgo de sufrir de apendicitis meses o años después. Drake por su parte, plantea el problema que suscita usar antibióticos en situaciones donde el diagnóstico de apendicitis es menos claro. No obstante, los expertos resaltan lo alentador que resulta el estudio como una alternativa para casos concretos de apendicitis aguda simple.
Una opción no quirúrgica para tratar la apendicitis podría resultar favorable y efectiva. Así lo asegura un estudiopublicado este martes en la revista Journal of the American Medical Association.
Paulina Salminen, cirujana de la Universidad de Turku (Finlandia) y autora principal del estudio, asegura que la terapia con antibióticos en el tratamiento de casos de apendicitis aguda sin complicaciones graves —ruptura de órganos, peritonitis apendicular o tumor—podría ser una "alternativa viable".
Salmine y su equipo observaron a 530 personas de 18 a 60 años, escogidas de forma aleatoria y con un diagnóstico confirmado de apendicitis aguda; 273 de ellas fueron sometidas a una apendicetomía y las otras 257 recibieron tratamiento con antibióticos. El análisis se centró en evaluar durante cinco años varios aspectos en los pacientes sin cirugía: reaparición de la enfermedad, complicaciones y duración de su estancia hospitalaria.
La terapia consistió en dosis intravenosas de ertapenem durante tres días (comúnmente utilizado en infecciones bacterianas graves), seguidas de siete días de antibióticos orales. Cerca del 61% de los pacientes no requirió de una cirugía dentro de los años de observación. Y aunque en el restante 39% la dolencia reapareció y fue necesaria una cirugía más adelante, esto no dio lugar a complicaciones mayores.
¿Operar o no?
Cualquier cirugía invasiva, incluso una tan rutinaria como la apendicectomía, conlleva riesgos, especialmente para personas en mal estado de salud o propensas a desarrollar complicaciones. La anestesia puede a veces provocar problemas imprevistos, sin contar con los inconvenientes prácticos de toda operación, explica Popular Science.
Janice Taylor, cirujana pediatra de la Universidad de Florida Health, asegura que la apendicetomía es una "operación rutinaria de bajo riesgo" y ha sido el "tratamiento por elección durante más de un siglo" porque aparentemente podemos prescindir del apéndice. No obstante, aclaró que además de la posible función inmunológica y antibacteriana que se le atribuye al apéndice, cualquier cirugía no es sugerida si "realmente no es necesaria".
Thurston Drake, cirujano del Boston Medical Center (EE.UU.) explica que la terapia antibiótica para tratar esta dolencia surgió durante la Guerra Fría entre los submarinistas tras la imposibilidad de salir a la superficie. En las últimas décadas "resurgió" la idea de que se trata de una terapia exitosa y esto ha llevado a estudiar si estos medicamentos son "un tratamiento viable en vez de simplemente una táctica dilatoria hasta que se pudiera realizar la apendicectomía", resalta.
Taylor considera "arbitrario" el tratamiento presentado en el estudio y reitera el riesgo de sufrir de apendicitis meses o años después. Drake por su parte, plantea el problema que suscita usar antibióticos en situaciones donde el diagnóstico de apendicitis es menos claro. No obstante, los expertos resaltan lo alentador que resulta el estudio como una alternativa para casos concretos de apendicitis aguda simple.