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Vecinos de la calle 36 entre 16 y 19 de este municipio reportaron a la policía municipal la presencia de una enorme boa (och-kan) de aproximadamente dos metros y medio que se refugiaba entre la maleza seca del lugar.
Al percatarse de las personas que la querían capturar, la boa intentó escapar entrando al predio de la señora Rosa Can, en donde fue atrapada con todo lo que probablemente tenía en el interior pues se le notaba bastante abultada.
Los vecinos comentaron que una de las amas de casa del rumbo reportó la desaparición de sus gallinas, por lo que primero pensó que se las había comido alguna zarigüeya.
Sin embargo la evidencia apunta a que la “culpable” fue la gigantesca och-kan, que fue capturada y puesta a resguardo por elementos de la policía municipal para posteriormente ser liberada en montes más lejanos a la población. Reporteros Hoy
