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(apro).- El exgobernador veracruzano Javier Duarte de Ochoa aseguró que es víctima de una “campaña de linchamiento” por parte de las autoridades federales y reiteró que las acusaciones que se le imputan están sostenidas en dichos de delincuentes confesos que obtuvieron beneficios a cambio de inculparlo.
En una nueva misiva enviada al periodista Ciro Gómez Leyva, el único que le ha dado voz al exmandatario hasta ahora, Duarte manifestó que no existe una sola prueba documental, cuenta bancaria o propiedad a su nombre o de su familia, y que tampoco se le pudo comprobar aumento alguno en su patrimonio durante su administración.
Además, sostuvo que la Procuraduría General de la República (PGR) se ha valido de las declaraciones de personas a las que no conoce y por ende nunca tuvo trato con ellos.
“Todo ha sido un espectáculo mediático, una telenovela que han sabido vender muy bien a la opinión pública, y lo digo así una verdadera telenovela, un circo romano, en donde las autoridades responsables han promovido sus actuaciones (sic)”.
En la carta, de 15 cuartillas de extensión, el exgobernador preso en el Reclusorio Preventivo Norte, confesó que se declaró culpable porque no tenía probabilidades de ganar el juicio.
Incluso, reveló que el propio subprocurador de Delitos Federales de la PGR, Felipe Muñoz Vázquez, le comentó que ya estaría absuelto y libre si se hubiera ido a juicio y no a procedimiento abreviado.
Detalló que prefirió el procedimiento abreviado “por la campaña tan intensa y exitosa que HAN desarrollado en mi contra. La campaña mediática ha sido implacable, las autoridades de la PGR han cometido todo tipo de abusos.
“Esta campaña de linchamiento público me ha colocado frente a la sociedad mexicana como culpable de todo lo que se me acusa, violando con ello de manera reiterada el principio de presunción de inocencia”, expresó.
El exgobernador manifestó que por esa razón –y en contra de su voluntad–, tuvo que aceptar declararse culpable.
“La opinión pública y la sociedad, ya me habían juzgado, y bajo esas circunstancias el riego de enfrentarme contra el sistema y perder era muy alto”, puntualizó.
(apro).- El exgobernador veracruzano Javier Duarte de Ochoa aseguró que es víctima de una “campaña de linchamiento” por parte de las autoridades federales y reiteró que las acusaciones que se le imputan están sostenidas en dichos de delincuentes confesos que obtuvieron beneficios a cambio de inculparlo.
En una nueva misiva enviada al periodista Ciro Gómez Leyva, el único que le ha dado voz al exmandatario hasta ahora, Duarte manifestó que no existe una sola prueba documental, cuenta bancaria o propiedad a su nombre o de su familia, y que tampoco se le pudo comprobar aumento alguno en su patrimonio durante su administración.
Además, sostuvo que la Procuraduría General de la República (PGR) se ha valido de las declaraciones de personas a las que no conoce y por ende nunca tuvo trato con ellos.
“Todo ha sido un espectáculo mediático, una telenovela que han sabido vender muy bien a la opinión pública, y lo digo así una verdadera telenovela, un circo romano, en donde las autoridades responsables han promovido sus actuaciones (sic)”.
En la carta, de 15 cuartillas de extensión, el exgobernador preso en el Reclusorio Preventivo Norte, confesó que se declaró culpable porque no tenía probabilidades de ganar el juicio.
Incluso, reveló que el propio subprocurador de Delitos Federales de la PGR, Felipe Muñoz Vázquez, le comentó que ya estaría absuelto y libre si se hubiera ido a juicio y no a procedimiento abreviado.
Detalló que prefirió el procedimiento abreviado “por la campaña tan intensa y exitosa que HAN desarrollado en mi contra. La campaña mediática ha sido implacable, las autoridades de la PGR han cometido todo tipo de abusos.
“Esta campaña de linchamiento público me ha colocado frente a la sociedad mexicana como culpable de todo lo que se me acusa, violando con ello de manera reiterada el principio de presunción de inocencia”, expresó.
El exgobernador manifestó que por esa razón –y en contra de su voluntad–, tuvo que aceptar declararse culpable.
“La opinión pública y la sociedad, ya me habían juzgado, y bajo esas circunstancias el riego de enfrentarme contra el sistema y perder era muy alto”, puntualizó.