Un preso estadounidense, Allen Lewis, de 31 años de edad, logró escapar este martes del guardia de prisiones que lo custodiaba y subir a un coche que pasaba. Pero quiso su mala suerte que el conductor resultara ser un agente de Policía, que de inmediato lo detuvo, según informó The Daily Independent.
Lewis huyó cuando era trasladado de un condado del estado de Kentucky a otro de Carolina del Norte para ser inculpado allí. El prisionero se quejó al guardia, Mike Worthington, de que sus esposas estaban demasiado apretadas. Cuando Worthington liberó una de las manos de Lewis, el hombre pudo escapar.
"Apenas le quité una de las manillas, comenzó una lucha, se soltó y huyó a pie", afirmó el guardia.
El delincuente logró llegar a una carretera y detener un vehículo, con la idea de completar su escape. No imaginó que al volante estaría un agente de Policía, quien notó las esposas que colgaban de una de sus muñecas. Lewis fue devuelto a la cárcel y ahora se enfrenta a un cargo adicional por fuga.
"Pensó que iba a conseguir un paseo... y lo hizo", ironizó Worthington.
