Una estatua de un demonio tiene en vilo a la ciudad española de Segovia, donde el plan de colocar en las inmediaciones de su célebre acueducto romano una escultura de Mefistófeles con un teléfono móvil haciéndose un 'selfie' ha levantado la polémica.
La instalación de la talla, anunciada recientemente por el Ayuntamiento de la ciudad, está siendo estudiada por un juez tras la denuncia de un grupo de vecinos que consideran que la imagen ofende a sus sentimientos religiosos.
El acueducto de Segovia, que data de principios del siglo II d. C., es uno de los monumentos de la época romana de más valor y mejor conservados del país, mientras que Mefistófeles es el protagonista de una antigua leyenda local que relata cómo este diablillo ayudó a un joven a construir esta magna obra de ingeniería en una sola noche.
A través de esta escultura se quería transmitir esta tradición a los 800.000 turistas que visitan la ciudad cada año. El teléfono y la postura del demonio son, precisamente, un guiño a los visitantes que constantemente se hacen autorretratos ante el monumento más representativo de la villa.
El creador y donador de la estatua, José Antonio Abella Mardones, ha declarado que nunca tuvo intención de hacer daño a nadie ni de herir ningún sentimiento religioso. "Lo que más me duele es que Segovia pueda ser vista como una ciudad intolerante y fanática", ha comentado en una petición en la plataforma Change.org que ha reunido más de mil firmas a favor de su 'diablillo'.
Sin embargo, estos apoyos son inferiores a los recabados por la petición online de María Esther Lázaro en contra de la estatua, que ya acumula más de 5.500 firmas. En ella se afirma que la representación "resulta ofensiva para los católicos, porque supone una exaltación del mal". Lázaro es una de las responsables de la Asociación San Miguel y San Frutos, entidad que el pasado 24 de octubre interpuso el recurso ante el Juzgado de lo Contencioso-Administrativo de Segovia.
El Ayuntamiento de la localidad ya se ha pronunciado y ahora es el juez quien tiene que decidir si impone la medida cautelar de prohibir la instalación de la escultura mientras se resuelve el proceso judicial como pide la asociación denunciante, según recoge el medio local El Adelantado.
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