(apro).– La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) dio a conocer su Programa de Racionalidad Presupuestal 2019, con el que busca generar ahorros que se inviertan en el reforzamiento de las funciones sustantivas de la institución, después de que el gobierno federal destinó el mismo presupuesto que el año anterior: poco más de 43 mil millones de pesos.
Entre las medidas de austeridad, que suman 27 y que serán aplicables a partir del mes en curso, destacan que no se crearán nuevas plazas académico-administrativas, de confianza ni administrativas de base, con excepción de las que requiere la atención de nueva infraestructura y para las dependencias destinadas a la vigilancia, seguridad y protección civil, siempre y cuando se cuenta con presupuesto para ello.
Además, se cancela cualquier incremento salarial para funcionarios de los niveles uno al ocho y se establece una política de ahorro de hasta 50% en materia de servicios y materiales de consumo.
En el renglón de servicios personales, prestaciones y estímulos, el Programa de Austeridad de la UNAM contempla una reducción de 20% en las partidas de tiempo extraordinario y compensaciones extraordinarias al personal administrativo, en el pago de servicios profesionales independientes para la operación de programas académicos y administrativos, y en los gastos de los Centros de Estudios Mexicanos en el extranjero.
En materia de servicios y materiales de consumo, la nueva política incluye una reducción del 10% a viáticos y pasajes aéreos para el personal y para el Programa de Extensión y Colaboración Académica.
Del mismo modo se reducirá el gasto en anuncios, encuadernaciones e impresiones en 20%; en 15% al mantenimiento de equipo de cómputo y de transporte, así como de 50% a los recursos destinados para mensajería, correos, telégrafos y los asignados para reuniones de trabajo.
Además, sólo serán autorizadas remodelaciones en aulas, laboratorios y talleres académicos y se cancelarán las invitaciones en papel para actos y ceremonias.
El programa de racionalidad será de carácter obligatorio y aplicable a todas las entidades académicas y dependencias universitarias, incluyendo las sedes extranjeras; sin embargo, la UNAM solicitó no afectar la operación de sus programas y cumplir con sus metas establecidas.
