Un comedor comunitario para niños en el barrio San Cayetano,
provincia de Buenos Aires, vive una terrible situación desde hace cuatro
años: muchos menores comen solo una vez al día, mientras la
crisis económica de Argentina impacta en la alimentación de las familias
pobres.
De acuerdo a RT, el país enfrenta una fuerte subida de
precios, y en esta zona puntual muchas industrias atraviesan una
caída en la producción que ha dejado sin empleo a varios lugareños, el comedor
es el único sostén para decenas de chicos que acuden a diario.
"Los días que mis hijos no vienen acá, toman un vaso de
leche en casa, y cuando vienen a merendar, ya quedan con eso", relata
María Quintana, que envía todos los días a tres de sus cuatro niños a este
centro barrial. Ella está desempleada y su marido percibe un salario
mínimo, pero no alcanza para cubrir las cuatro comidas de su familia.
"Es muy triste saber que esto esté pasando en Argentina", lamenta la
coordinadora del merendero, Emilce Lumbrera.
El presente de este comedor refleja otra cara de la crisis
local: San Cayetano es un barrio humilde, pero no es una villa de emergencia, y
con ello se evidencia que el problema abarca a varios estratos de la sociedad.
La UCA publicó un informe donde expone que
la "pobreza multidimensional" alcanzó al 31,3% de la
población en 2018, mientras que en 2017 la cifra era del 26,6%.
En sintonía, Unicef destaca en su reporte de marzo
que en 2019, comparado con el año anterior, "se han incrementado las
restricciones en el consumo de alimentos tanto en su cantidad como en su
calidad". A su vez, alerta que en los sectores vulnerables muchas
familias comen, casi de forma exclusiva, harinas y azúcares, atentando
contra su salud.
El presidente de la Fundación Cardiológica Argentina, Jorge
Tartaglione, explica que al ingerir una sola comida diaria se puede
contraer "diabetes e hipertensión", pero destaca otra particularidad:
"El caso de los obesos desnutridos, es decir, personas que a pesar de
su obesidad, nutricionalmente no están bien".
La paradoja de este país sudamericano es que se calcula que produce alimentos para 400 millones de personas, pero no logra abastecer las necesidades mínimas para una población de 40 millones: tres millones de ciudadanos redujeron su alimentación para cubrir otros gastos fijos.