El Congreso de la Ciudad de México determinó posponer para el jueves, la discusión y posible aprobación del dictamen de la ley de Infancia Trans, que permitiría a menores de edad cambiar de nombre y género.
El retraso se determinó luego de que organizaciones pro vida se manifestaron afuera del recinto, para exigir a las Comisiones Unidas de Procuración de Justicia y de Igualdad de Género detener el documento, con el fin de que se lleve a cabo un análisis con expertos en la materia.
Argumentaron que esta propuesta “confunde y pervierte a los niños”, toda vez que “el diseño original es hombre y mujer”.
“La obligación del estado debe ser proteger a la familia con un elemento natural y fundamental de la sociedad y no provocar su inestabilidad o separación.
"La asignación de género es una discusión no concluida, ya que no es algo que pueda ser establecido culturalmente por la sociedad como falsamente se propone. Es la ciencia médica, la biología que determina el sexo de cada individuo”, dijo Aarón Lara, representante de la asociación civil, Iniciativa Ciudadana por la Vida & la Familia.
En entrevista con Milenio, el diputado y promotor de la iniciativa, Temítocles Villanueva, explicó que se busca que el cambio de identidad de género se realice como un trámite administrativo y no por medio de un proceso judicial.
Agregó que la Asociación Americana de Pediatría señala que “desde que una persona tiene claro quién es y lo puede definir, ya tiene claridad sobre su identidad de género”, por lo que descartó que los menores de edad no se encuentren consientes sobre el tema.
Lamentó que las organizaciones pro vida "tienden a sexualizar" lo relacionado al tema de identidad de género, como si las personas menores de edad accedieran a gozar de una vida sexual.
"Estamos hablando de un componente de la sexualidad humana que es la identidad de género.
“Es un dictamen que elimina como requisito la mayoría de edad para que una persona puede realizar su cambio de identidad de género. Este requisito resultaba discriminatorio para las personas menores, que ya han iniciado su proceso y que lo han llevado a través de un proceso judicial, lo cuál es complejo, discriminatorio y violenta al menor, porque el proceso judicial no está preparado para estos temas. Además genera una erogación importante para los padres que acompañan a sus hijos a este trámite”, resaltó.
El diputado local del PAN, Orlando Garrido, agregó que dejando filias y fobias de lado, el Congreso se encuentra imposibilitado para aprobar este dictamen, pues la Suprema Corte de Justicia de la Nación señaló que los órganos legislativos locales no pueden reformar los códigos de procedimientos civiles y familiares.
Apuntó que esto podría ser el primer paso y abriría la posibilidad de que se aprueben tratamientos hormonales o de intervenciones quirúrgicas para niños y niñas, que no tienen el desarrollo físico o emocional.
Insistió en que es necesario que organizaciones civiles participen en este proceso de dictaminación.
“Sí nos gana la mayoría, como al parecer así será, estaremos intentando promover o una acción de inconstitucionalidad ante la Suprema Corte de Justicia o intentando alguno de los mecanismos que tenemos en la ciudad con la Sala Constitucional, como podría ser la acción e omisión legislativa”, explicó.
El legislador del PRI, Guillermo Lerdo de Tejada, dijo que el cambio de identidad de género se pueda llevar a cabo dependiendo el rango de edades y se mantenga el proceso judicial para menores “aunque aún no determinamos qué edad”.
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“Me parece que no podemos generalizar, y no podemos meter en un mismo cajón a niños, niñas y adolescentes… No es lo mismo un adolescente de 13 o 14 años que tiene consciencia del acto que va a realizar, que entiende las consecuencia y que por lo tanto va con un juez del registro civil para el cambio voluntario, pero un menor de 3 o 5 años no comprenden los actos más simples, me parece que sería delicado que acuda a solicitar esto”, dijo.
