Amotinados en grupos pequeños, diseminados por las plantas altas de la Universidad Politécnica de Hong Kong, decenas de activistas resisten el sexto día de asedio, mientras la policía extrema la seguridad ante las elecciones municipales de este domingo, concebidas como un plebiscito.
"No estamos seguros de cuántos quedan dentro, creemos que unos 50 o 60. Definitivamente menos de 100", indicó a Efe un portavoz del equipo policial que custodia el lugar, que rehusó dar su nombre.
De los más de mil manifestantes que se atrincheraron en el campus el pasado sábado, pertrechados con cócteles molotov, flechas y ladrillos, unos 800 fueron detenidos el lunes -300 eran menores que fueron puestos en libertad después de registrarse en la policía- tras dos días de batalla campal con los antidisturbios, mientras varias decenas pudieron escapar.
En total, la policía ha detenido a unos mil 100 estudiantes que ocuparon las diferentes universidades de la ciudad financiera, aunque seis días después solo permanecen en la Politécnica (PolyU).
El nuevo jefe de la Policía de Hong Kong, Tang Ping-Keung, urgió hoy a los activistas a abandonar la universidad "lo antes posible" debido a las malas condiciones en las que se encuentran y a lo largo del día han entrado mediadores para negociar su salida sin éxito.
"Están escondidos en grupos pequeños para que no los encuentren fácilmente si la policía entra. Básicamente están pensando cómo escapar", contó a Efe Bing Guan, un fotógrafo freelance que salió ayer del campus después de cinco días y documentó las 19 horas seguidas de violencia con la policía el fin de semana.
Según Jonathan Head, un reportero de la BBC que accedió hoy a la universidad durante cuatro horas, la situación es un "desastre", con "signos de devastación por todas partes" y restos de la batalla.
"Todavía tienen agua y comida (principalmente galletas y noodles precocinados). No están escasos de víveres, pero sí están exhaustos, estresados y confusos", apreció Head, pero no parecen dispuestos a marcharse a pesar de que un equipo de abogados entrara para explicarles que es improbable que acaben en la cárcel por falta de pruebas.
"No se quieren ir, no quieren abandonar a sus compañeros. Están tan comprometidos con la idea de la lucha, que sienten que abandonar sería una gran pérdida para ellos", apuntó el periodista, aunque hoy ya desertaron ocho.
Un fuerte dispositivo policial rodea el campus de la PolyU , donde hoy se instalaban barreras de plástico llenas de agua, como las que protegen desde hace semanas las comisarías de policía y algunos edificios oficiales para evitar actos vandálicos de los manifestantes, cada vez más radicalizados y violentos.
De hecho, los 600 colegios electorales en los cruciales comicios del domingo estarán custodiados por primera vez en la historia de Hong Kong por agentes antidisturbios, y unos 30.000 efectivos policiales estarán de servicio por si estallan nuevas protestas.
Por el momento hoy ha sido otro día de relativa calma a la espera de las elecciones de distrito, ante la amenaza de suspenderlas por parte de las autoridades si continuaba la violencia.
Sin embargo, varios establecimientos de bancos y comercios chinos, como el ICBC, Bank of China o los supermercados 360º Mart, se blindaban hoy para protegerse de posibles represalias violentas de los manifestantes más radicales, que están atacando símbolos de la creciente influencia de la China continental en la antigua colonia británica.
Aunque no está claro si las elecciones -que se presentan como un plebiscito para el Gobierno de Carrie Lam- desatarán una nueva ola de violencia, el Tribunal Superior de Justicia de Hong Kong decidió hoy suspender por una semana el fallo que declaró anticonstitucional la prohibición de llevar máscaras durante las protestas, por lo que la medida regirá la jornada electoral del domingo.
Hasta el momento, 4,13 millones de personas se han registrado para votar -la población de la ciudad es de unos siete millones y medio de personas-, y se han presentado 1.090 candidatos que competirán por 452 puestos de concejal de distrito, un cargo de escasa relevancia política que se ciñe a cuestiones locales.
Las manifestaciones en Hong Kong comenzaron en junio a raíz de un polémico proyecto de ley de extradición, ya retirado por el Gobierno, pero han mutado hasta convertirse en un movimiento que busca una mejora de los mecanismos democráticos de Hong Kong y una oposición a la cada vez mayor injerencia de Pekín.
EFE.