“La gente no hace conciencia y tira sus desechos en las
partes del río, lógicamente van a impactar el lugar, todo el tiempo van a tener
contaminación”, comentó Iván Vázquez, restaurador de manglar ‘El Corchito’
Parque Natural.
De acuerdo con investigadores y autoridades ambientales,
esta acumulación de toneladas de residuos sólidos propicia la interrupción de
flujos de agua en los cenotes y manglares.
“Le van quitando hábitat al cenote, hay que pasar por ahí
para darse cuenta que ni agua hay, está seco y ves las llantas de coches tirados,
hasta refrigeradores”, aseguró Monserrat Pérez, habitante de la reserva natural
‘El Corchito’.
Los trabajos de limpieza incluyen también la arborización
con plantas nativas, además, se promueven actividades con la participación de
los pobladores.
“No sabemos qué residuos hay allá, si hay residuos tóxicos,
residuos de aceites, residuos que puedan en un dado caso contaminar el manto
freático”, dijo José Méndez, testimonio.
En 2018, se sanearon en Yucatán 60 cenotes de los tres mil
que existen en los 106 municipios, de estos, se extrajeron más de 32 toneladas
de basura; este año, en nueve cenotes se retiraron seis toneladas, incluida la
llamada basura tecnológica, como baterías, celulares, televisiones y piezas
electrónicas.
“Estas sustancias no se degradan, los metales siempre están
y estos, en algunos casos, se bio-acumulan, por ejemplo, el mercurio, plomo y
estos sí son absorbidas por las plantas o consumidos por el animalito”, refirió
Sayda Rodríguez, secretaria de Desarrollo Sustentable de Yucatán.
Fuente: Noticieros Televisa