Actualmente, el Depósito Vehicular número 1 de la Secretaría
de Seguridad Pública (SSP) alberga a 2 mil 200 vehículos, de los cuales 502 son
automóviles y camionetas, mil 240 motocicletas y 458 bicicletas y triciclos.
Muchas de esas unidades ya están inservibles por el paso del tiempo o por daños
en el que estuvieron involucradas y sus dueños optaron por no recuperarlos.
El 20 por ciento de ellos no son reclamados por sus dueños,
lo que aumenta la cantidad de unidades abandonadas a un promedio de 100 al mes.
El secretario de Seguridad Pública, Luis Felipe Saidén
Ojeda, recordó que hace casi 50 años cuando se habilitó como corralón estaba de
la mancha urbana de Mérida; pero hoy en día lo circundan calles y avenidas,
casas, comercios y escuelas.
El corralón se ubica en la Avenida Jacinto Canek, tiene una
extensión de 19 mil 800 metros cuadrados y no sólo ocasiona problemas a la
corporación por la gran cantidad de vehículos abandonados, también a vecinos y
comercios por los riesgos sanitarios que representa.
Saidén Ojeda expresó su preocupación por la gente que habita
cerca; los problemas van más allá de sus bardas, ya que el amontonamiento
impide una adecuada limpieza de maleza, de contaminantes generados por los
vehículos y de estancamiento de agua en su interior lo que origina moscos y
otras plagas, a pesar de que se fumiga regularmente.
Una medida inmediata para aliviar los problemas que causa el
hacinamiento de vehículos inservibles en el corralón, es la enajenación de
estos mediante remate público.
Para hacer frente a la saturación, se propone un plazo de 60
días para que sean recuperados, de lo contrario, serían objeto de remate
público, como establece la iniciativa de Ley del Ejecutivo, que ya analizan los
legisladores locales.
En lo que respecta al Depósito Vehicular número 2, ubicado
en Tixcacal Opichén, el funcionario policiaco apunta que entró en operaciones a
finales del año 2010 y ahora también está lleno. Aloja a un total aproximado de
5 mil 300 vehículos, en una superficie de 80 mil 800 metros cuadrados y un área
construida de 184 metros cuadrados.
Dicho corralón, al igual que sucedió con el primero, estaba
totalmente apartado de la zona urbana; sin embargo ha ido creciendo, así como
la construcción de casas-habitación e infraestructura industrial y comercial.
Saidén señaló que el Ejecutivo quiere es hacer más eficiente el servicio de los depósitos vehiculares, evitar gastos innecesarios por el almacenamiento de vehículos abandonados y sobre todo que no se perjudique a la ciudadanía.