Mujeres alzan la voz contra la violencia machista en CDMX

26 noviembre 2019
Noticias de Yucatán. 

Ciudad de México. Asesinatos, violaciones y desapariciones derivados de la violencia machista en el país generaron que miles de mujeres se manifestaran el día de ayer, en conmemoración por el Día Internacional para la Erradicación de la Violencia contra las Mujeres en la capital del país. 

Los dueños de negocios que rondan al Ángel de la Independencia, en la Ciudad de México, decidieron cubrirlos con láminas pesadas o simplemente cerrarlos para que «no fueran víctimas de actos vandálicos». Por su parte, las manifestantes señalaban que ojalá ellas pudieran convertirse en paredes para tener el mismo nivel de protección, ante los diez feminicidios diarios que se cometen en el país. 

Injusticia y discriminación 

María Carreón tomó el micrófono en el zócalo y relató que su hermana fue asesinada en una escuela pública por su esposo: «Al señor José Ramón lo encontraron conviviendo con el cadáver de mi hermana. Lo someten, lo presentan ante el Ministerio Público, y la pend*** más grande del mundo, lo procesan por narcomenudeo», explicó Carreón frente a las manifestantes. 

Lidia Florencio Guerrero, mamá de Diana Velázquez Florencio, quien fue asesinada el 2 de julio en el municipio de Chimalhuacán, señaló que ella no sabe quién podría ser el culpable del feminicidio de su hija, un caso en el que Lidia afirma que las autoridades no han iniciado una línea de investigación y tampoco hay detenidos. 

A Diana la encontraron sin vida en la calle Francisco I. Madero, de la colonia Guadalupe: «Me la violaron, me la estrangularon, me la golpearon y me la pusieron como si fuera basura en la calle, entonces, sino está tipificado como si fuera feminicidio, que las autoridades no me digan que no fue feminicidio», dijo. «No sabemos absolutamente nada. No hay detenidos por las negligencias. La encontraron tirada en la calle», expuso. 

Las mujeres que se pronunciaron en el zócalo expresaron que es cierto que ha habido vidrios rotos y paredes manchadas en esta manifestación, pero también consideraron cierto que las mujeres en México viven con el miedo de no regresar a su casa. 

Las manifestantes exigieron también justicia por los feminicidios cometidos en el país, así como un alto para la violencia feminicida. 

Para ellas, no basta con medidas tibias y reprochar la violencia en un sentido gubernamental, sino que exigieron en sus consignas que las instituciones encargadas de garantizarles seguridad actúen. 

Presencia policial

Cientos de ellas se concentraron en el Ángel, y ya estaban rodeadas por cientos de elementos policiales, todas mujeres. Poco a poco, las manifestantes que iban al frente del contingente se adelantaron para realizar la protesta directa por la protección de los negocios.

Al quitar el plafón que cubría a estos en el área de Reforma, este grupo representó alrededor de 40 a 50 manifestantes, alrededor del 1.3 por ciento de la protesta, pues, de acuerdo con El Universal, alrededor de 3 mil mujeres participaron en esta manifestación. 

Los ánimos se fueron intensificando cuando los elementos policiales les gritaban a este grupo: «No violencia, no violencia», y algunas chicas contestaban con: «Que dejen de matarnos», y el diálogo se tornó a jaloneos, cuando las autoridades decidieron rodearlas.

En los radios, con altavoz, se escuchaba la petición de unos elementos con otros por no dejarlas salir del círculo autoritario. Civiles del sexo masculino graban a las manifestantes y ellas respondían pintando los rostros y las ropas de ellos. 

Un contingente disperso entre los otros se observó marchando de mujeres encapuchadas. 

Las paradas de metrobús más cercanas habían sido parte de manifestaciones pasadas y estaban recubiertos por las autoridades, por lo que un grupo de cerca de cincuenta mujeres decidieron avanzar y romper los vidrios que estaban en el centro de las estaciones. 

Voces en contra 

La situación empeoró cuando las autoridades comenzaron a utilizar bengalas para evitar que las mujeres quitaran el plafón de los monumentos y escribieran en ellos sus consignas. Por ello, las mujeres se fueron armando conforme fue avanzando el contingente entero: traían consigo pistolas de choques eléctricos pequeñas y, un poco antes de llegar al zócalo, llevaban un par de antorchas para alejar a la policía.

El recorrido continuó cuando derribaron láminas que estaban colocadas en el Monumento a Cuauhtémoc, y, ahí, prendieron fuego por unos minutos. Luego realizaron pintas con las consignas. 

Una reportera de prensa televisiva les decía a las mujeres que se encontraban sentadas frente a elementos policiales, por Reforma, para esperar a las compañeras que, ellas decían, estaban tomadas por las autoridades, que el cuerpo policial está evitando que se llevaran a cabo los actos vandálicos, por lo que ellas respondieron que era su libre derecho de protestar porque era una manifestación. Los reporteros del sexo masculino reportaban al aire que «lamentablemente, los actos vandálicos continuaban».

Civiles del sexo femenino —decían mientras las miraban—, «no entienden que esas no son las maneras».

Finalmente, tres mujeres que se mantuvieron hasta el final de la protesta delante de otro grupo decidieron quemar la bandera de México, esto en el zócalo de la capital, ya que, para ellas, la patria no ha garantizado nada.

Reporte de seguridad

Elementos del agrupamiento Atenea participaron en la marcha. De acuerdo con el reporte oficial, resultaron dos lesionados, una asistente a la marcha y un hombre periodista. Se reportó también limpias en el Hemiciclo a Juárez y en Paseo de la Reforma. 

Debate.


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