La Policía colombiana dispersó este viernes con gases lacrimógenos en la céntrica Plaza de Bolívar, en Bogotá, un nuevo cacerolazo contra las políticas del presidente Iván Duque, justo cuando los manifestantes habían comenzado su protesta.
Los ciudadanos, en su mayoría estudiantes, estaban golpeando sus cacerolas cuando miembros del Escuadrón Móvil Antidisturbios (ESMAD) les arrojaron gases lacrimógenos y la protesta se dispersó.
Muchos de los manifestantes se quedaron en las cuadras aledañas a la Plaza de Bolívar y lanzaron objetos a los uniformados, que respondieron con más gases y formaron una barrera humana para impedir el paso de la multitud.
Entonces se desató una batalla campal entre manifestantes y la Policía como la de ayer, cuando encapuchados intentaron entrar a la fuerza en el Capitolio Nacional y el Palacio de Líevano, sede de la Alcaldía, lo que llevó a la reacción de los uniformados.
La escena de hoy en la Plaza de Bolívar se replicó en el Monumento a Los Héroes, en el norte de la ciudad, donde el ESMAD también dispersó con gases y bombas aturdidoras otra protesta pacífica que había comenzado minutos antes.
Los enfrentamientos en la Plaza de Bolívar y en el Monumento a Los Heróes se suman a lo ocurrido en el sur de la ciudad, donde el rezago de las protestas de ayer generó disturbios en los que encapuchados se enfrentaron a la Policía.
El cacerolazo, símbolo de las protestas en otros países latinoamericanos, era hasta hoy algo casi inusual en Colombia.
El alcalde de Bogotá, Enrique Peñalosa, decretó el toque de queda en tres sectores populares de la capital colombiana tras disturbios y saqueos, un día después de masivas protestas contra el presidente Iván Duque que dejaron tres muertos y cientos de heridos.
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"Vamos a establecer el toque de queda en tres localidades, en Bosa, Kennedy y Ciudad Bolívar, a partir de las ocho de la noche porque en esos lugares es donde se han concentrado los actos delincuenciales", dijo Peñalosa en rueda de prensa.
Peñalosa destacó que en la capital del país hay "cerca de 20 mil uniformados" entre policías y militares que buscan mantener el orden público, y se han producido aproximadamente 230 capturas.
"De ninguna manera vamos la mayorías a dejar que esta minoría ínfima de delincuentes destruya nuestra ciudad", agregó.
En las tres localidades bajo toque de queda viven unos 2.5 de los siete millones de habitantes de Bogotá.
AFP.