México.- La ganadería en Sinaloa es un sector que cuenta con alrededor de 36 mil pequeños productores, para quienes la principal actividad es la venta de becerro en pie a grandes empresarios engordadores, que son quienes finalmente procesan la carne y la venden en el mercado nacional y extranjero, principalmente Vizur, Ganadera Rubio y Santa Cecilia.
Actualmente, el sector agropecuario, de acuerdo con el Tercer Informe de Gobierno 2019 de Quirino Ordaz Coppel, es el segundo en exportaciones, con ganancias por 522 millones de dólares, aunque 327 millones de dólares menos que en 2018.
Pero el problema para los ganaderos no se agudizó con la pérdida del estatus zoosanitario a finales de octubre pasado, sino a finales del 2018, cuando legisladores federales de mayoría morenista aprobaron el Presupuesto de Egresos de la Federación 2019 y en él dibujaron lo que sería la nueva política económica para el campo mexicano: recortaron 20 mil millones de pesos para este rubro y desaparecieron y afectaron programas estratégicos de apoyos e incentivos a la comercialización, de concurrencias con las entidades federativas, el Proagro Productivo, el de Fomento Ganadero y el Progan.
Golpes de la vida... y del Gobierno
Aunado a ello, el precio del becerro en pie cerró el año entre 38 y 45 pesos el kilo, dependiendo de la región. Pero como en la agricultura, el intermediario es quien se lleva las ganancias, y así lo admitió el presidente de la Asociación Ganadera Local de Sinaloa municipio, Miguel Llanes Laura:
Se perdió el estatus (zoosanitario), el pequeño productor es el que batalla, el que siembra, al que la plaga le comió la pastura, el que tiene que gastar y acarrear para que al final de cuentas cuando el becerro esté más o menos se lo quieran pagar barato.
Llanes Laura y el también dirigente ganadero en El Fuerte, Bismark Orduño, quienes admiten que la pérdida del retiro zoosanitario aún no se percibe, reconocieron que los principales engordadores que adquieren el becerro en la zona norte son las compañías Vizur, Ganadera Rubio, Santa Cecilia y otros de Culiacán.
Cuando Ramón Zamora sufrió en carne propia el secuestro de uno de sus seis hijos y tuvo que vender el ganado que tenía para pagar el rescate y devolverlo sano y salvo a su casa, sintió que el mundo le había caído encima
A raíz de esa tragedia familiar ocurrida hace 16 años en Las Lajas, San Ignacio, Ramón y su hijo decidieron poner tierra de por medio y emigraron de ilegales a los Estados Unidos, solo que él no supo adaptarse a lo que muchos llaman «sueño americano».
Esto porque sus motivos eran distintos: él decidió cruzar el río Bravo no para hacer dinero, sino para mantenerse a salvo, para cuidar a su hijo de las personas que le habían hecho daño. Fue instinto de supervivencia.
Entrevistado mientras en compañía de su esposa ordeña casi una decena de vaquillas, en Las Lajas, Ramón recuerda que luego de aquella horrible experiencia que significó el secuestro de su hijo, no aguantó mucho en Estados Unidos:
Ese país no era pa mí. Yo me regresé rápido. Mi hijo sí se quedó allá. Yo soy de rancho, extrañaba esto, la tierra, los animales. Me vine y compré quince animalitos, ahorita tengo treinta, son poquitos, pero ahí me la navego.
Actualmente, los habitantes señalan que las condiciones de seguridad han mejorado en la zona serrana de San Ignacio y se han retomado actividades económicas, como la ganadería.
Sin embargo, lo que ahora más preocupa es la falta de apoyos federales para el sector ganadero y agrícola, principales actividades productivas de esta región y, en general, de todo Sinaloa.
Al igual que Ramón Zamora, la mayoría de los pequeños ganaderos de Las Lajas y pueblos aledaños lamentan el retiro de programas de apoyo al sector, como el Progan y el Procampo, pues afirman que todavía en 2018 estos esquemas les permitieron hacer frente a los meses complicados de estiaje y escasez de alimento para sus hatos.
Don Raúl, recuerda que todavía en 2018 él recibía cerca de 30 mil pesos de Progan por 60 reses, que sumados a casi 40 mil pesos de Procampo, ya le permitían hacerle frente a los meses más complicados.
Con la entrada de este presidente (Andrés Manuel López Obrador), nos quitaron todo, nos dejaron huérfanos", dice Raúl
Lamenta que esta falta de apoyo orille a muchos pequeños ganaderos a malbaratar sus animales, sobre todo a quienes no tienen otro ingreso que les ayude a costear el precio de las pacas de alimento, del medicamento y del combustible para las movilizaciones.
Recordó que los primeros meses del año son los mas complicados, porque empieza a escasear el agua y el alimento, y el ganado enflaca.
Esto provoca que a partir de octubre el precio del becerro en pie baje a 38 pesos el kilo y empiece a repuntar hasta mayo o junio.
Miguel Ángel Cota Romero, presidente de la Asociación Local Ganadera de Ahome, afirma que el retiro de los apoyos por parte del Gobierno federal los golpea demasiado.
Recordó que todavía en 2018 recibían el Programa de Producción Pecuaria Sustentable y Ordenamiento Ganadero y Apícola (Progan), el cual les retiraron, pero les permitía obtener 400 pesos por animal (vientre), además de que les cancelaron el programa de apoyo para areteo de ganado hasta en un 80 por ciento, por lo que ahora esto es sostenido por el propio ganadero.
Recordó que antes los apoyaban con líquido garrapaticida a través de un comité que ya desapareció, mientras que el programa de fomento ganadero les daba acceso a vacunas para sus animales, al barrido de ganado al 100 o al 50 por ciento, cubría los baños garrapaticidas al menos en una parte y los apoyaban con trasladados en lugares donde no tenían baños, pero ahora hay que asumir los gastos del líquido, gasolina y el pago al técnico.
El último golpe —afirma el dirigente ganadero en Ahome— fue con el programa Concurrencias, el cual apoyaba con el 50 por ciento del costo de un implemento ganadero, un remolque por ejemplo, cuyo costo ronda los 140 mil pesos, pero ahora solo les llegó al 30 por ciento.
Si el 2019 fue complicado para los ganaderos sin Progan ni Procampo, el panorama para este 2020 es más complicado, de acuerdo con el Centro de Estudios de las Finanzas Públicas de la Cámara de Diputados, pues ya no habrá subsidio a Concurrencias, esquema que todavía el año pasado dispersó 85.8 millones de pesos en apoyos para Sinaloa; tampoco hay recursos para sanidad e inocuidad agroalimentaria, donde se ejercieron 211.9 millones de pesos en 2019.
48 por ciento de los pozos abrevaderos proyectados para el 2019 se concretaron en Sinaloa: 1795 de 3770 previstos, de acuerdo con la Secretaría de Agricultura.
Otro golpe
A finales de octubre del 2019, la Secretaría de Agricultura y la Unión Ganadera Regional de Sinaloa confirmaron que el Departamento de Agricultura de los Estados Unido (USDA, por sus siglas en inglés) retiró el 25 de octubre al sector ganadero en Sinaloa el estatus zoosanitario, esto luego de considerar que la enfermedad de la tuberculosis bovina sigue presente.
Desde que entró el nuevo presidente (AMLO), no tenemos Progan ni Procampo, hemos tenido que vender el ganado». Ramón Zamora, Pequeño ganadero.
La producción de leche en San Ignacio es para el autoconsumo y para una poca de venta local, para hacer quesos». Raúl, Pequeño ganadero
Los “coyotes” son los más beneficiados en tiempos de crisis, pero cuando baja el precio del animal, el precio de la carne no baja». Miguel Ángel Cota, Líder ganadero en Ahome
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