Desde el 1 de enero en Roma, Italia, prohíben los puestos de souvenirs y de comida situados frente a los lugares turísticos más apreciados de la ciudad.
Se trata de una medida para aliviar el flujo de personas en los atractivos turísticos y proteger el patrimonio, de acuerdo con el diario Daily Mirror. Este tipo de comercios fueron declarados “incompatibles con la decoración y la seguridad” del centro de Roma, informaron las autoridades de la ciudad en un comunicado.
El Coliseo romano, la Fontana di Trevi, las Escaleras de la Plaza de España y la Plaza Navona, fueron los lugares turísticos de donde se retiraron los negocios. Fue un total de 17 puestos, y solo 8 de ellos aún tendrán permiso de vender algunas calles lejos de los monumentos.
Los puestos que ahora están prohibidos afuera de los lugares turísticos vendían toda clase de souvenirs, entre playeras, tazas y monumentos en miniatura. Algunos servían bocadillos para comer en la calle. La alcaldesa de Roma, Virginia Raggi, dijo que los negocios eran “incongruentes con sus alrededores”, señaló el diario The Guardian.
El año pasado entró en vigor una serie de prohibiciones para regular el comportamiento de los viajeros en la ciudad y, en cierta forma, combatir el sobreturismo. Ya no está permitido sentarse en lugares protegidos como las Escaleras de la Plaza de España (lo cual puede generar una multa de 250 euros), comer alimentos que ensucien en plena calle o andar “con el pecho descubierto”.
Además, en los atractivos históricos se prohíbe la presencia de los “centuriones romanos”, los hombres disfrazados que se tomaban fotos con los turistas a cambio de una cuota.
El Universal