Investigaciones sobre el cambio climático en el Ártico detenidas por el Covid-19

15 abril 2020
Noticias de Yucatán. 

NORUEGA.- Este año las investigaciones sobre el cambio climático y sus repercusiones en las corrientes de hielo no podrán ser medibles. El responsable: la pandemia por coronavirus. 

De acuerdo con un estudio publicado por DW y traducido por el portal Forbes, todos los años, 150 científicos que investigan el clima del Ártico viajan a las regiones menos exploradas y se adentran en el glaciar más grande de Groenlandia. Su tarea es compleja y relevante. El proyecto EastGRIP apunta a entender cómo las corrientes congeladas debajo del glaciar están empujando grandes masas de hielo hacia el océano, y cómo eso contribuye al aumento del nivel del mar. 

Pero este 2020 los simulacros se vieron interrumpidos, luego de que como medida ante la contingencia sanitaria provocada por el Covid-19, Groenlandia cerrara sus puertas a los extranjeros. 

Los aviones de transporte, que normalmente trasladan al Ártico a los equipos y los reabastecen, también siguen en tierra. Nadie quiere ser responsable de poner en contacto a comunidades pequeñas y aisladas con el coronavirus.

Ese es el problema que enfrentan el Dr. Ken Mankoff y el equipo con el que trabaja en el Servicio Geológico de Dinamarca y Groenlandia. Están examinando el estado de las capas de hielo en Groenlandia y controlando las nevadas. También tienen equipos de monitoreo en el campo que podrían fallar si no pueden llegar a repararlos, dejando vacíos en los datos que se han recopilado durante décadas.

 

La ciencia ambiental, otra víctima del Covid-19

Los científicos se están perdiendo mucho. Esperaban completar el agujero de 2 mil 660 metros (8 mil 727 pies) que habían estado perforando durante los últimos cinco años, y finalmente acceder a las corrientes de hielo que están buscando. “Realmente esperábamos llegar a la roca este año, lo cual es súper emocionante, ya que estamos donde el flujo de la corriente de hielo es realmente importante”, explica Dorthe Dahl-Jensen, profesora de la asignatura Hielo, clima y tierra en la Universidad de Copenhague, y presidenta del comité directivo de EastGRIP.

“En el peor de los casos, habrá una brecha de 12 meses”, dice Mankoff. “Algunos de esos datos se pueden completar con satélites y sensores remotos, pero otras partes son únicas, y se perderán”.

El Dr. Joran Moen es director del Centro Universitario de Svalbard (UCIS) en Noruega, la institución educativa superior más septentrional del mundo. Ese centro se cerró, y se canceló el trabajo de campo, siguiendo las órdenes del gobierno noruego. Alrededor de 70 estudiantes en Svalbard no podrán por sí solos completar el trabajo de campo necesario para completar maestrías o doctorados.

“La transición de marzo a junio es un momento muy importante para las operaciones y para monitorear el cambio climático en el área”, dice Moen. “Estamos en una parte del Ártico que experimenta un fenómeno muy dramático debido a que la temperatura cambia rápidamente. Es un muy buen lugar para ver cómo la humanidad puede influir en el clima y sus efectos”.

“En cuanto a la falta de datos, toda la comunidad internacional en Svalbard tendrá ese problema y, por supuesto, eso también tendrá un gran impacto en nuestra investigación. Para los estudiantes, que les falte algo como esto en su investigación es un problema”, subraya el experto.

 

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