(AP) — Una ironía de la pandemia de coronavirus es que las idílicas vacaciones en las playas de México que ofrece la publicidad existen realmente en la actualidad: las playas de arena blanca están impecablemente limpias y vacías en la costa del mar Caribe, el agua es cristalina en la del océano Pacífico y el mar alrededor del destino turístico de Los Cabos luce lleno de peces después de 10 semanas sin salidas de botes. Hay ofertas de dos por uno y el personal está muy ansioso.
Todo está a un vuelo de distancia —y a un viaje en taxi y un módulo de recepción en un hotel— y ese es el problema.
Hay varias formas de analizarlo: ¿podría ser más seguro viajar que quedarse en casa? ¿Qué tanto vale la salud mental? Y, si las personas van a distanciarse socialmente de todos modos, ¿por qué no hacerlo en un lugar hermoso y aislado?
Por otra parte, pese a la pandemia, a menudo los vuelos están llenos, e incluso los hoteles de México que trabajan duro para desinfectar sus instalaciones tienen poca capacidad para realmente realizar pruebas a sus empleados. Además, aunque probablemente haya menos huéspedes y arriben con menor frecuencia, también es posible que no porten mascarillas.
Todo esto fue evidente cuando los primeros turistas llegaron al hotel Moon Palace de Cancún la semana pasada y fueron recibidos con música de mariachis y el personal en una fila, manteniendo un distanciamiento seguro.
“Todos los clientes entraban con sus tapabocas. Lo primero que hacían es que imaginaban que había un letrero que decía ‘quítese su tapabocas’, porque todos los clientes se quitaron los tapabocas apenas entraban al hotel”, dijo Gibrán Chapur, vicepresidente ejecutivo de Palace Resorts. “No puedes estar tapado de vacaciones, pensando que tienes que estar enclaustrado. Si no, te quedas en casa”.
Sin embargo, el personal del Moon Palace portó sus mascarillas en todo momento. Con apenas 300 turistas en playas que pueden albergar a miles, parecía un buen sitio para practicar el distanciamiento social.
“¿Qué mejor lugar para estar que donde no hay nadie? En lugar de estar en Nueva York, donde sales a la calle y hay 500 personas por todos lados”, declaró Chapur.
En el estado de Quintana Roo, donde se ubica Cancún, el turismo es la única industria que existe, y esa ciudad es el único destino turístico mexicano de gran magnitud que ha reanudado las actividades hasta ahora.
Los ingresos turísticos de México se desplomaron en abril, cuando registraron apenas 6,3% en comparación con el año previo. Cientos de miles de habitaciones de hotel estaban cerradas.
El turismo brinda 11 millones de empleos, directa o indirectamente, en México, y muchos de esos trabajadores fueron enviados a sus casas a esperar.
La situación es tan desesperante que el secretario de Turismo mexicano propuso considerar a la industria como una de las “actividades esenciales” de México a fin de poder reanudar las actividades, tal como las industrias de la construcción, minería y automotriz han comenzado a hacerlo. Sin embargo, las autoridades federales de salud se mostraron menos entusiasmadas, notando que el turismo implica viajes, multitudes y estar al aire libre.
La demora en la reactivación de otros sitios aparte de Cancún ha creado una situación desesperada. En el destino turístico de Huatulco, en la costa del Pacífico, decenas de vendedores que operan tiendas costeras de pescado y artículos de la región desafiaron las medidas de confinamiento para reabrir sus negocios, argumentando que se habían quedado sin dinero y no podían aguantar más.
Otros destinos de playa planeaban reaperturas limitadas incluso la próxima semana.
“Ha sido muy difícil”, dijo Armida Castro, alcadesa de las ciudades gemelas de Los Cabos, en Baja California Sur. “Teníamos un padrón de grupos vulnerables, adultos mayores y personas con discapacidad” a las que el gobierno distribuyó paquetes de ayuda".
Pero luego se sumó a esa lista a los comerciantes que deambulan en las playas, los meseros y los músicos que se han quedado sin trabajo y la lista creció a 50.000 personas. Ante ello, el gobierno local incrementó los paquetes de alimentos y se utilizó toda la flota de vehículos oficiales para distribuir las despensas.
Castro dijo que no recuerda haber visto tan desierto a Los Cabos, un destino conocido por sus playas, desiertos y pesca deportiva. La usualmente concurrida marina de Cabo San Lucas ahora tiene abundante espacio disponible.