Quintana Roo empezará el 2021 con 100 trabajadores de
salud menos en el área de atención a COVID-19, porque a solo días de concluir
el año, el Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi) no ha renovado el
contrato a igual número de personal, quienes ya fueron notificados de la
terminación de sus contratos a partir del 31 de diciembre.
Las personas afectadas se manifestaron, la mañana de ayer,
en las instalaciones del hospital general “Jesús Kumate Rodríguez”, y
denunciaron que el martes recibieron una llamada para informar que su
último día en el nosocomio será el 31 de diciembre, fecha de terminación del
contrato, el cual se renovaba cada dos meses desde mayo, cuando se
incorporaron.
“Nos habían prometido que íbamos a tener trabajo, muchos
vinieron de otros estados con su familia para combatir esta pandemia y ahora ya
no tienen trabajo y se tienen que regresar sin nada”, manifestó uno de los
inconformes.
Los trabajadores señalaron que ocho de cada 10
provienen de otras entidades, principalmente de Chiapas y Guerrero. Asimismo,
señalaron que su indignación también se genera por el riesgo que tienen de enfermar.
“En mi caso yo me infecté dos veces de Covid-19, la primera
en mayo y la segunda a finales de noviembre, apenas me reincorporé y ya me
llamaron para decirme que ya no iba a continuar laborando, que mi último día
era el 31 de diciembre”, dijo una de las inconformes.
Ante esa situación, han intentado comunicarse con el
personal de la Secretaría de Salud federal, dependencia de la que depende el
Insabi, sin embargo, no han tenido éxito.
A la manifestación también se sumó personal de contrato,
quienes señalaron que sin la gente contratada por Insabi, la carga de trabajo
será mayor y volverán a tener de ocho o más pacientes cada uno.
“Están recortando y dentro de los hospitales falta mucho
personal, entonces la carga de trabajo para quienes nos quedamos va aumentar,
porque vamos a tener que ver a los pacientes de quienes se están yendo”, dijo
uno de los trabajadores.