La imposición de impuestos sobre la riqueza, es decir, sobre el patrimonio, no sobre los ingresos, provocaría una salida de capitales de México, advirtió Manuel Luciano Hallivis Pelayo, Magistrado de la Sala Superior del Tribunal Federal de Justicia Fiscal y Administrativa (TFJFA).
En días recientes, Alfonso Ramírez Cuéllar, diputado de Morena y coordinador del Grupo de Trabajo para la Transición Hacendaria, aseguró que propondrá un impuesto a las grandes fortunas en la reforma fiscal a discutirse luego de las elecciones de 2021.
"Este tipo de instrumentos mientras no se implemente en todo el mundo, lo que va a generar es fuga de capitales hacia donde no exista este impuesto, va a inhibir la inversión", afirmó Hallivis Pelayo, durante la conferencia virtual "Perspectivas de una reforma fiscal y hacendaria para enfrentar la crisis post pandemia" del Colegio de Abogados de México.
En el caso de las personas que no puedan abandonar el País, se verían obligados a liquidar de forma masiva activos para poder pagar los impuestos, lo que provocaría inestabilidad financiera.
Hallivis Pelayo explicó que la mayor parte del patrimonio de las grandes fortunas está invertida en negocios, así que exigir incluso porcentajes bajos de impuestos sobre la riqueza, generarían falta de liquidez.
Otro problema sería determinar el umbral exento lo suficientemente alto para que no dañe a la clase media y pequeños empresarios por la cantidad de empleos que generan.
El Magistrado afirmó que sería un reto metodológico valuar los activos privados no líquidos como casas o herencias, lo que podría generar arbitrariedades.
Asimismo, criticó la posibilidad de que se propongan impuestos adicionales a bienes de lujo como yates, limusinas, cirugías estéticas, entre otros.
"En México ya se ha intentado gravar el lujo, en todas hemos fracasado, la legislación ha tenido muchos problemas porque el listado ha quedado trunco o ha resultado absurdo, gravando productos cuyo precio es muy menor", dijo.
De aplicar una mala regulación, se puede afectar la inversión, distorsionar patrones de consumo y generar sobreproducción de algunos productos y escasez de otros.
En opinión de Hallivis Pelayo, una reforma fiscal pasaría por revisar deducciones y acreditamientos, fortalecer la base de contribuyentes, revisar regímenes especiales y control a la evasión.
No obstante, afirmó que la prioridad del Gobierno debe de ser favorecer el crecimiento económico para detonar la riqueza.
"Yo creo que vamos a generar más generando certeza y vamos a fomentar crear la riqueza cuando la incentivemos. En vez de recurrir a la imposición hay que incentivar la inversión y la innovación", concluyó.
Jorge Cano / Reforma