Estados Unidos; 31 de marzo de 2021 .- La llagada al
mundo del bebé Kasen Kyrie no fue para nada tranquila. Fue un 14 de enero
de 2020 en Siracusa, Nueva York (Estados Unidos). A los pocos meses de nacido
contrajo COVID-19, luego debieron someterlo a un trasplante, el
pequeño Kasen se sobrepuso a todo.
El milagro de Kasen, el bebé que necesitaba un trasplante
Mitayah Doberlson dio a luz cuando comenzó el año más
complejo de los últimos tiempos. El 2020 recibió al bebé Kasen, de la
forma más hostil. A los tres días de vida, debieron internarlo en la Unidad de
Cuidados Intensivos Neonatales.
Su madre supo de inmediato que algo no estaba bien con él,
tenía complicaciones respiratorias, y los médicos le diagnosticaron Ictericia.
Pasó una semana en observación, antes de darle el alta.
Ya en su casa, el bebé no evolucionaba bien, y
nuevamente volvió al hospital. El diagnóstico esta vez fue mucho más terrible,
los médicos le encontraron una rara enfermedad hepática conocida como Atresia
Biliar.
La Atresia afecta directamente al hígado, bloqueando sus
conductos. Esto produce cicatrices, pérdida de la función hepática, de tejido y
cirrosis.
El panorama era oscuro, con una pandemia en ese entonces
desconocida, pero en crecimiento, el bebé tenía muchos problemas para ganar
peso, respirar y sufría de fiebre continua.
Fue en abril de 2020 cuando se sometió a su primera cirugía,
donde trataron el corregir el problema, pero no tuvieron éxito. La única salida
era el trasplante de hígado.
Antes del trasplante, el pequeño bebé contrajo COVID-19
Kansen ya estaba en la lista de espera para recibir
un trasplante de hígado. El Hospital Infantil de Pittsburgh era
el lugar elegido para la delicada operación, pero antes de que llegase ese
momento, el bebé sufrió varias decaídas, mientras
la COVID-19 amenazaba a todo el mundo.
Llegó noviembre de 2020, y una nueva mala noticia para la
familia Kyrie, el bebé tenía COVID-19. “Me puse a llorar de inmediato
porque no creía que pudiera lograr superar el Covid en su situación. Sentí que
le había fallado como madre, que no lo protegí”. Cuenta Mitayah.
Pero cuando todo parecía ir mal, de pronto la esperanza
iluminó a la familia del bebé. La noticia llegó luego de que el pequeño
guerrero superase la COVID-19, Kasen tenía un donante de hígado, y el
trasplante tendría lugar el 2 de enero.
El bebé entró en el quirófano, y
el trasplante fue exitoso. A los pocos días Kansen celebró su primer
año con un nuevo hígado, y hoy se recupera en el hospital de Pittsburgh, donde
estará hasta julio de este 2021. Un final feliz para el pequeño luchador que
venció a la COVID-19 y a un trasplante, en menos de un año de vida.