La pandemia de Covid-19 eclipsó un hallazgo científico que
el mundo esperaba desde hace 40 años: una nueva candidata a vacuna contra el
VIH/sida, que en noviembre pasado inició la fase 3 de ensayos clínicos en
México, Estados Unidos, Perú, Argentina y Brasil; así como en España, Italia y
Polonia, a través del denominado Estudio Mosaico.
Se trata de una vacuna tetravalente desarrollada por la
farmacéutica Janssen Vacunas, en colaboración con los Institutos Nacionales de
Salud de Estados Unidos (NIH), que con el apoyo de la Red de Ensayos de Vacunas
contra el VIH (HVTN), reclutará a 3 mil 800 pacientes de 58 centros de
investigación de América y Europa. Una candidata prometedora, tras el fracaso
de dos prototipos que usaban el vector adenovirus 5 (Ad5).
“Esta nueva vacuna está compuesta por un vector de
adenovirus de tipo 26 (Ad26) que –se piensa–, no debería tener los problemas
que del adenovirus 5.
Además, está caracterizado por un conglomerado de proteínas
muy heterogéneo que, por lo menos en las fases iniciales 1 y 2, mostró muy
buenos resultados de inmunogenicidad, así como en estudios de primates no
humanos, por eso que se piensa que este estudio debe de tener mejores
resultados”, explicó, Juan Sierra Madero, investigador del Instituto Nacional
de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán (Incmnsz).
Yucatecos, en el estudio
Por primera vez, México está incluido en un estudio para
evaluar la eficacia y seguridad de una candidata a vacuna contra el Virus de la
Inmunodeficiencia Humana (VIH).
Participan el Incmnsz, en colaboración con la Clínica
Especializada Condesa en Ciudad de México, donde el doctor Sierra Madero es el
investigador principal; también está integrado el Hospital Civil Fray Antonio
Alcalde de Guadalajara, Jalisco, y la Unidad de Atención Médica e Investigación
en Salud (Unamis) de Mérida, Yucatán. En conjunto, proyectaron reclutar a poco
más de 250 voluntarios: hombres sanos de entre 18 a 60 años.