Florida se preparaba el martes para la tormenta tropical
Elsa, que avanzaba hacia el Golfo de México con pronóstico de fuertes vientos y
lluvias torrenciales, amenazando la búsqueda de víctimas del derrumbe de un
edificio cerca de Miami, donde al menos 32 personas murieron.
A las 11:00 am locales, Elsa estaba a 105 km de los Cayos,
una cadena de islas en el extremo sur de Florida, y se dirigía hacia la costa
oeste del estado, donde debería tocar tierra cerca de Tampa el miércoles, según
el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos (NHC).
'Fuertes ráfagas de viento, fuertes lluvias y algunos
tornados son posibles en todo el sur de Florida', dijo en Twitter el servicio
meteorológico local.
Tras cobrarse dos vidas en República Dominicana y una en
Santa Lucía, Elsa impactó en Cuba el lunes, con abundantes
precipitaciones pero sin causar daños significativos, de acuerdo con las
autoridades.
En zonas de la costa oeste de Florida, el NHC advirtió el
martes que el agua podría subir hasta 1.5 metros debido a vientos de más de 110
km/h, una fuerza cercana a la categoría de huracán.
El aeropuerto de Tampa anunció la suspensión de vuelos
comerciales desde las 5:00 pm locales y hasta al menos las 10:00 am del
miércoles por la mañana.
'Les pedimos a los habitantes de Florida que comiencen sus
preparativos. Eso incluye la posibilidad de estar sin electricidad durante unos
días. Tengan suficiente comida y agua para cada miembro de su familia,
incluidas las mascotas', exhortó en rueda de prensa la vicegobernadora de
Florida, Jeanette Nuñez.
'Si hay órdenes de evacuación en su área, es por su propia
seguridad, los condados abrirán centros de alojamiento de emergencia', agregó.
El paso de Elsa por Florida se produce menos de dos semanas
después de la tragedia de Surfside, una localidad a unos 20 km del centro de
Miami donde un bloque residencial de 12 pisos colapsó parcialmente la madrugada
del 24 de junio por causas que aún se investigan.
La alcaldesa del condado de Miami-Dade, Daniella Levine
Cava, dijo a periodistas que el número de muertos aumentó a 32 al hallarse
cuatro cuerpos más entre los escombros.
De los fallecidos, 26 fueron identificados, entre ellos un
chileno, una uruguaya, un venezolano y una uruguaya-venezolana.
Levine Cava señaló que 113 personas aún figuraban como
desaparecidas y que las autoridades habían podido confirmar que 70 estaban en
el edificio de 12 pisos en el momento del derrrumbe. Entre los afectados había
muchos latinoamericanos de varios países.
El jefe de bomberos de Miami-Dade, Alan Cominsky, dijo que
la demolición el domingo por la noche de la parte del edificio que aún estaba
en pie había permitido a los equipos de búsqueda expandir sus operaciones.
Unos 240 miembros de cuadrillas de rescate de Estados Unidos
y también de Israel y México trabajaban sobre los restos del bloque
residencial, de donde fueron removidas unas 2,500 toneladas de escombros, según
las autoridades.
Las labores en el sitio solo fueron interrumpidas por un
rayo durante la noche.
'Esperamos fuertes ráfagas y chubascos hoy y estamos
monitoreando de cerca el estado del tiempo', señaló la alcaldesa, destacando
las 'condiciones extremadamente adversas y desafiantes' en que trabajaban los
rescatistas.
El alcalde de Surfside, Charles Burkett, dijo que ingenieros
estaban llevando a cabo una 'revisión estructural completa' de otros edificios
altos en la ciudad, incluido Champlain Towers North, una torre de condominios
'hermana' a la que se desplomó.
Las autoridades tienen 'profundas preocupaciones sobre ese
edificio' y algunos residentes se han mudado, indicó.