La Asociación Sindical de Pilotos Aviadores (ASPA) acusó que en plena crisis y tras el cese de operaciones de Aeromar, los dueños y altos directivos de la empresa huyeron de México, algunos a Europa y Estados Unidos.
José Humberto Gual, secretario general de la organización laboral, dijo que el primero en irse fue el dueño de la aerolínea, Zvi Katz, que se mudó a Europa cuando comenzó la crisis pero había negociaciones por las deudas; recordó que ya tuvo reuniones con él en Madrid, “ya vivía en Milán, Italia, y sabía que se iba a trasladar a España”.
“Cuando la aerolínea empezó a tener más problemas de los normales fue cuando el dueño se fue a vivir a Europa y dejó todo el trabajo de la empresa”, comentó.
Por otra parte, también señaló que James Portnoy, director de operaciones de Aeromar y sobrino de Zvi Katz, se trasladó a Nueva York en cuanto llegaron los ultimátums de las autoridades para que pagara sus deudas.
El secretario general de ASPA contó que debido a que los dueños de la aerolínea ya no estaban en México, Portnoy fungía como representante de la familia ante los sindicatos de trabajadores.
En el caso de Danilo Correa, quien era el director general de la aerolínea, José Humberto Gual comentó que se desconoce su paradero hasta el momento.
De acuerdo con información de ASPA, en semanas pasadas todavía se tuvo contacto con Correa, ya que él fue uno de los que informaron a los trabajadores sobre el ultimátum que puso el Aeropuerto Internacional de Ciudad de México (AICM) y Aeropuertos y Servicios Auxiliares (ASA) para el pago de deudas antes del 14 y 15 de febrero o de lo contrario ya no los dejarían volar.
El representante sindical comentó que solicitaron el embargo precautorio de los bienes de Aeromar para proteger a sus agremiados y recuperar los 103 millones de pesos que les deben de salarios y prestaciones.
Demanda penal
Rogelio Rodríguez Garduño, titular de posgrado de la cátedra de Derecho Aéreo de la UNAM y ex director adjunto de transporte y control aeronáutico de la desaparecida Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC), precisó que la decisión unilateral de cierre de operaciones de Aeromar genera una situación que podría ser incluso de carácter penal contra los accionistas y directivos actuales de la empresa.
Afirmó que esto es porque no promueven el concurso mercantil que es un acto de transparencia y honestidad para con los acreedores y de firme interés para reestructurar la deuda.
“El propio gobierno federal, que otorgó la concesión, puede demandar el concurso mercantil para conocer el real demérito financiero de Aeromar y tomar medidas que ayuden a resarcir la deuda; sin embargo, en el caso de la aviación comercial lamentablemente ha tomado el papel pasivo de no hacer nada”, enfatizó.
El pasado 16 de febrero, los sindicatos que representan a los trabajadores de la aerolínea estallaron una huelga debido al cese de operaciones por los altos adeudos que tiene la firma.
De acuerdo con reportes que tiene la organización sindical, las deudas de Aeromar ascienden a 7 mil millones de pesos, de los cuales aproximadamente 3 mil 500 millones son solamente de impuesto sobre la renta que se debe al Servicio de Administración Tributaria (SAT).