El testimonio del empresario Bahzad Fahran revela la aterradora realidad que enfrentan las mujeres yazidíes a manos del Estado Islámico (EI). Durante varios años, esta organización ha estado involucrada en el comercio de mujeres secuestradas, utilizando plataformas en línea como Telegram para llevar a cabo sus transacciones ilegales.
Bahzad contó a la BBC que ha dedicado su tiempo y esfuerzo a rescatar a estas mujeres de su cautiverio. Utilizando nombres falsos o haciéndose pasar por miembros del EI, ha logrado infiltrarse en los grupos y obtener capturas de pantalla de las conversaciones que ha mantenido con ellos.
Uno de estos escalofriantes intercambios, en inglés, muestra la promoción de una niña en venta en la app de mensajería Telegram. La describen como una niña de 12 años, no virgen y de una belleza cautivadora. El precio establecido para ella era de 13 mil dólares, y se encontraba en Raqqa, Siria. “12 años, no es virgen, es muy hermosa”, se lee en la publicación. La imagen compartida posteriormente por la persona al otro lado de la pantalla muestra a la niña en un sofá de cuero, lo que demuestra la explotación y el abuso al que estas mujeres son sometidas.
El genocidio contra los yazidíes
A pesar de que ha pasado casi una década desde que miles de mujeres y niños yazidíes fueron esclavizados por el grupo radical Estado Islámico (EI) en Irak y Siria en 2014, la tarea de rescate aún no ha culminado. Los yazidíes, una minoría religiosa y étnica que ha habitado en Irak durante más de 6 mil años, fueron catalogados como "infieles" por el autodenominado Estado Islámico.
Después de que el EI tomara la localidad de Sinjar en Irak, donde reside una gran parte de la población afectada, más de 6 mil 400 mujeres y niños yazidíes fueron vendidos como esclavos. Otros 5 mil yazidíes perdieron la vida en lo que Naciones Unidas denominó un genocidio.
"Los yazidíes han enfrentado ataques a lo largo de los siglos, y muchos en la población musulmana todavía creen que deben convertirse o morir", afirma Haider Elias, líder de Yazda, una de las organizaciones más grandes de apoyo a los yazidíes. "Es por eso que creemos que el EI no representa ni la imagen completa ni el fin de esta situación, lo cual es un gran temor para los yazidíes"
De los 300 mil yazidíes que lograron escapar del EI, casi la mitad aún vive en campamentos con carpas en la región kurda de Irak. No pueden regresar a sus hogares en el distrito de Sinjar debido a que ha sido prácticamente destruido. Además, su ubicación estratégica en la frontera entre Irak y Siria lo ha convertido en un territorio peligroso, donde diversas milicias, que llegaron para combatir al EI, se enfrentan entre sí en busca de la supremacía.
A pesar de los esfuerzos realizados por los compañeros yazidíes y las organizaciones de apoyo, la situación actual sigue siendo desafiante. La comunidad internacional continúa trabajando para garantizar la seguridad y el bienestar de los yazidíes, así como para buscar justicia por los crímenes cometidos contra ellos. Sin embargo, el camino hacia la recuperación total y la estabilidad aún es largo y lleno de obstáculos para los yazidíes que han sufrido enormemente debido a los actos atroces perpetrados por el Estado Islámico.