El Templo de la Inmaculada Concepción en la comunidad Mineral San Ignacio, en Guanajuato, fue invadido. Así lo denunció la Arquidiócesis del municipio este viernes, quienes acusaron que Antonio Vázquez, Fundador de la Asociación Civil Provivienda San Juan Bosco A.C. dijo ser el dueño y tener las escrituras del Templo, pero la Iglesia alega que este es propiedad federal y está destinado a usarse únicamente para fines de culto.
Con llaves en mano y con cinco personas custodiando el Templo Inmaculada Concepción, el supuesto dueño de la propiedad Antonio Vázquez, ha impedido la entrada a los vecinos de la comunidad asegurando que el predio le pertenece. Además de esto el Párroco del Templo dijo que ha habido amenazas verbales a las personas que se acercan y a los mismos vecinos del rancho Mineral San Ignacio.
La propiedad comprende 5 mil metros cuadrados, que incluyen una capilla, así como un exconvento en el que ahora buscan construir un motel.
“Un señor llamado Antonio Vázquez que, en su momento, hace como dos años nos dio su tarjeta, el que se dice ser el dueño. En su momento nos presentó unas escrituras que el mismo se las compró a una inmobiliaria. Nos dio unas escrituras que el mismo la adquirió, cuando en realidad es un bien inmueble del gobierno federal, tenemos el resguardo nosotros”, explicó el Padre Gerardo Alvarado, apoderado legal de la Arquidiócesis y Bienes Inmuebles, en rueda de prensa.
La abogada de Bienes Inmuebles de la Arquidiócesis Luz Edelmira Muñoz, explicó que, a partir del 29 de enero de 1992, todos los Templos, Conventos, Monasterios en México, pasaron por Ley a ser propiedad de la nación.
“Estos bienes son inalienables, imprescriptibles e inembargables, que significa que nadie por ningún motivo puede poseerlos o adueñarse de dichos bienes (…) desconocemos a ciencia cierta como adquirió la Asociación Civil estos bienes, pero cualquier forma que los haya adquirido está viciada de ilegalidad porque se está adueñando de un bien de la nación”.
Y es que desde que apareció el supuesto dueño del Templo, hace más de un año, les retiró las llaves bajo el engaño de que se las daría al mostrar documentación que avalara que “todo está en orden”. Al argumentarle que este inmueble es propiedad federal, el fundador de la Asociación Civil Provivienda San Juan Bosco tomó posesión y cerró el Templo, que actualmente es custodiado por cinco hombres que no les permiten la entrada a los habitantes.
“Tiene las llaves del templo, incluso ya nos restringió a nosotros el paso al templo, la comunidad no puede entrar al templo porque él tiene las llaves. Tiene cerca de cinco personas que están resguardando el mismos ha llegado incluso ha agredido de manera verbal y casi al punto de los golpes”, dijo el Padre Cristian Echeveste, Párroco de Nuestra Madre Santísima de la Luz, en Mineral de la Luz, Guanajuato.
La Arquidiócesis defiende tener un certificado de derecho de uso para resguardar el Templo. Aclaran que ellos no son los dueños, pero sí los encargados de habitar y cuidar el inmueble.
A la molestia de la Iglesia se suma la de los vecinos del rancho Mineral San Ignacio, pues según testimonios el supuesto propietario invadió terrenos que colindan con el Templo, justificando que en sus escrituras dicen que le pertenecen 50 hectáreas, y ya empezó a construir un supuesto motel donde se ubica el exconvento.
“Entonces los problemas ya son con los vecinos, el ambiente está caliente”, menciona el Padre de Mineral de la Luz, Guanajuato.
En busca de recuperar el Templo, la Iglesia aclara que irán por el diálogo para llegar a un acuerdo. Por lo pronto, dieron aviso de la situación al Gobierno del Estado.
“Buscamos la primera vía que es el diálogo, para no tener que llegar a instancias mayores. Tener todo en orden, que en este caso es un Templo nacionalizado que hay que cumplir unos requisitos del gobierno federal (…) dar aviso al gobierno federal si todavía no se entregar las llaves, ya sería el último paso”.
El Padre Gerardo Alvarado dijo que las palabras textuales con las que se ha conducido Antonio Vázquez le generan una alerta por su tono amenazante.
“Que es lo que pedimos, primero que nada pues que se respete, no somos los dueños, resguardamos el inmueble (…) Voy a decir palabras textuales (del supuesto dueño): ‘y si hay que irnos a algún juicio, a alguna demanda ya estoy acostumbrado’”, dijo el apoderado legal de la Arquidiócesis y Bienes Inmuebles.