El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, rechazó contundentemente las declaraciones de Estados Unidos sobre los resultados de las elecciones presidenciales del 28 de julio, en las que el Consejo Nacional Electoral (CNE) lo declaró ganador.
Maduro acusó a la Administración de Joe Biden de intentar convertirse en la "autoridad electoral" de Venezuela, calificando esta actitud como parte de la "diplomacia imperial" e "intervencionista" de EE.UU. "Rechazo plena y absolutamente que el Gobierno de Estados Unidos pretenda convertirse en la autoridad electoral de Venezuela", dijo el jefe de Estado.
Washington ha expresado su respaldo a Edmundo González Urrutia, candidato de la oposición venezolana, a quien considera el verdadero ganador de las elecciones. Un portavoz de la Casa Blanca reiteró que EE.UU. defiende la voluntad del pueblo venezolano y llamó a una transición hacia la democracia, cuestionando los resultados oficiales y exigiendo la publicación de los resultados desagregados.
El anuncio de la reelección de Maduro para un tercer mandato consecutivo ha sido rechazado no solo por la oposición venezolana, sino también por varios países y organizaciones internacionales.
La principal coalición opositora de Venezuela, la Plataforma Unitaria Democrática (PUD), asegura tener en su poder el 83.5% de las actas de votación, las cuales, según ellos, demuestran que González Urrutia fue el ganador.
Las tensiones entre Venezuela y Estados Unidos han escalado tras las declaraciones de Biden, quien inicialmente apoyó la realización de nuevas elecciones en Venezuela. Sin embargo, la confusión aumentó cuando la Casa Blanca aclaró que Biden se refería a lo "absurdo" de que los resultados oficiales aún no se hayan hecho públicos. Maduro criticó duramente la situación, cuestionando quién tiene el control real en el gobierno estadounidense.
Los presidentes de Brasil y Colombia también han pedido que se realicen nuevas elecciones en Venezuela, mientras que la líder opositora María Corina Machado señala que es una falta de respeto que se pida un nuevo proceso, cuando la exigencia debería de ser que se respete la decisión del pueblo.
A medida que pasan los días sin la publicación de los resultados completos, la incertidumbre política en Venezuela sigue aumentando.