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La madrugada del pasado sábado fue localizada sin vida la niña Sauni Camila Cobos Medina, luego de ser privada de la libertad el pasado miércoles a una cuadra de su casa.
La Fiscalía Especializada de la Mujer (FEM) informó que la menor fue localizada a las 4:00 horas del sábado en un camino de terracería que conduce a San Diego de Alcalá, a una media hora de la capital del Estado.
Según testigos, un chofer de Uber subió a la menor a la fuerza a un automóvil modelo Ford Figo de color blanco, a una cuadra de su domicilio, en el centro de Chihuahua.
Tiempo después se ejecutó la orden de aprehensión al presunto responsable, identificado como Juan Manuel “N”, de 25 años de edad y quien posteriormente se confirmó que trabajaba como chofer de Uber.
El conductor de Uber, Juan Manuel V. Ch., dijo tras su captura que fue obligado por hombres armados a secuestrar a la menor por lo que quedó en calidad de testigo, pero las primeras horas de este sábado confesó que inventó eso para deslindarse de su responsabilidad y admitió que sí secuestro a Camila y abusó sexualmente de ella, además que la asesinó y abandonó su cadáver en una brecha rumbo al poblado de San Diego de Alcalá, Chihuahua.
Sin embargo, el mandatario estatal refirió que “No solo abusó sexualmente de ella y la asesinó, sino que se filmó; esto habla de un nivel de brutalidad y de desprecio por la vida humana. Se ejecutó la orden de aprehensión con mucha celeridad en función de las evidencias recabadas y esperamos que la justicia de Chihuahua, que el juez del caso determine, por la gravedad de los hechos, el castigo ejemplar que este tipo de conductas deben tener”.
Por su parte, la fiscal en delitos de género, Wendy Paola Chávez, explicó que, de encontrarse culpable, Juan Manuel V. Ch, podría alcanzar hasta 100 años de prisión por este hecho “que consterna a todo Chihuahua y a nosotros que también somos parte de esta sociedad”.
Según la Fiscalía de la Mujer, el ahora detenido es acusado por el homicidio de la menor, desaparición forzada y pornografía infantil.
Así mismo Uber a través de un comunicado, señaló que desde el primer momento ha colaborado con la Fiscalía del Estado de Chihuahua en las investigaciones del caso, sin embargo confirmó que el hecho no sucedió en un viaje realizado a través de la aplicación.
Señaló que corresponde a las autoridades fincar responsabilidades a quienes resulten involucrados en “este terrible suceso”.
En Saltillo, London Yahir
Con síntomas de una severa desnutrición fue recibido en la estación de bomberos de la colonia Morelos, Landon Yahir, de 8 años. Fue su padre quien llevó al menor, porque comenzó a sentirse mal.
Alrededor de las 11:00 horas de ayer jueves, personal de la Policía Municipal, Grupo de Reacción Sureste, Fiscalía General del Estado y la Procuraduría de los Niños, las Niñas y la Familia, se presentaron en la estación de bomberos.
El infierno que vivió Landon Yahir fue descrito por su propio hermanito de solo 4 años de edad.
Fue el jueves pasado cuando el pequeño de solo ocho años de edad, falleció broncoaspirado con su propia saliva.
Luego de vivir algunos años en Monterrey, fue el 25 de octubre cuando Jacinto decidió visitar Saltillo, a petición de Landon, quien pretendía ver a sus abuelos.
Santiago, de 4 años de edad, hermano del niño fallecido, indicó que el pasado jueves se encontraban en casa de los abuelos de Yahír, en la colonia Misión Cerritos, en la calle Santa Cristina 1177.
Ahí Álvarez Malacara obligó a Landon Yahír a consumir su propio excremento, razón por la que el niño comenzó con un constante vómito.
Jacinto y su pareja Olga Leticia Moreno Zapata dieron leche y caldo de pollo a Landon, para hacerle pasar el mal sabor de boca, sin embargo, el vómito continuó, ocasionando que el niño se broncoaspirara, perdiendo la vida casi de imediato; su cuerpo no resistió el malestar, pues sus familiares indicaron que pesaba entre 9 y 11 kilos.
Tratando de ocultar lo ocurrido, decidieron llevar a Landon a la estación de bomberos de la colonia Morelos, donde los paramédicos confirmaron el deceso, por lo que dieron aviso a la Fiscalía General del Estado, donde confirmaron el maltrato al que era sometido el pequeño, alertando a la Pronnif sobre la situación.
A pesar de que se detuvo a los padres biológicos y a Olga Leticia, para deliberar responsabilidades, más tarde quedaron en libertad sin explicación alguna, pese a que se contaba con el testimonio de Santiago, y los resultados de la necropsia, que incluso revelaron que en el estómago aún se encontraban restos de excremento.
Parientes, paternos y maternos del niño, dicen que hay testimonios de que Jacinto Álvarez, papá de Landon, y Olga Leticia Moreno, madrastra, obligaron al niño a ingerir su propio excremento.
“Pedimos que se haga justicia, que las autoridades los detengan, no es posible…, solo falta que les entreguen a los otros niños, ya sería por de más”, dijo Consuelo Jiménez, hermana de Jacinto.
Otros familiares maternos del niño aseguran que la autopsia revela que efectivamente ingirió excremento.
El maltrato y descuido comenzaron cinco años antes, cuando Jacinto Álvarez Malacara y Ángeles Yosuri Villalobos Pérez, madre biológica de Landon, se separaron, situación que dejó al menor de entonces tres años, desamparado, pues ninguno de los dos le prestaba la atención necesaria, obligándolo a vagar por calles de la colonia Santa Cristina, donde era conocido como “El Chavo del 8”.
Los años transcurrieron, Landon creció y era querido por los vecinos del sector, dado que pasaba mucho tiempo con ellos; estudiaba en la escuela Cristóbal Colón, ubicada en la colonia de un costado, ahí uno de sus tíos quien pertenecía a la sociedad de padres de familia, se hacía cargo de él, hecho que molestaba a Jacinto, padre de Yahír, quien prohibió a su hermano alimentar al niño.
SE ‘ROBA’ A SU HIJO
Hace casi un año, en el mes de noviembre, Jacinto acudió a la colonia Misión Cerritos, donde vivía su hijo con sus abuelos, padres de la madre:“Me lo arrebató de las manos, no preguntó nada, lo agarró y se lo llevó, dijo que se lo llevaría a Monterrey, y que le valía lo que pensáramos, yo le dije que se metería en problemas, pero no entendió”, dijo Francisco Villalobos, abuelo del menor.
En ese entonces, Jacinto ya tenía cuatro hijos más con su actual pareja de nombre Olga Leticia, y fue ahí donde se agravó el maltrato y los descuidos hacia Landon, quien no era considerado parte de la familia y vivía aislado en su cuarto.
Pese a que sus hermanos, tíos de Landon pedían a Jacinto que trajera al niño a Saltillo, éste se negaba: “Nosotros siempre le dijimos que lo trajera, no sabíamos en las condiciones que estaba”, testificó Consuelo Jiménez, tía del fallecido.