El cambio en la composición demográfica de las familias yucatecas, que incluye el aumento de divorcios, el abandono de los ancianos y la independencia de los jóvenes del hogar paterno, explica la existencia de cerca de 50,000 personas que viven solas en el Estado, la mayoría de ellas en Mérida.
Esto representa un aumento de 200 por ciento respecto a las cifras de hace 20 años, dice el antropólogo Luis Gómez Ovalle, subdirector de Información Sistemática de la Península (ISP), empresa especializada en estudios económicos y de factibilidad.
El Censo de Población y Vivienda del Inegi de 2010, dice Gómez Ovalle, registra a 48,801 personas que habitan hogares unipersonales (que viven solas), cuando en 1990 esa cifra era de 16,166.
En los siguientes años, añade, el número creció paulatinamente y en 1995 llegó a 21,623; en 2000, a 27,944 y en 2005, a 35,254 personas.
Actualmente, el número total de hogares unipersonales en Yucatán representan el 9.7 por ciento de todas las viviendas censadas, un índice arriba del promedio nacional (9%), pero abajo del que se registra en países desarrollados, donde el índice asciende del 20 al 40 por ciento, señala Gómez Ovalle.
De acuerdo con el Inegi, Yucatán ocupa el décimo lugar en el país con más personas que viven solas. El primer sitio lo ocupa Quintana Roo, a donde llegan muchas personas solteras procedente de otras partes del país, en busca de trabajo.
Gómez Ovalle, que dirige un estudio sobre los cambios socioculturales en las familias yucatecas, estima que la mayoría de los hogares unipersonales en Yucatán se ubican en la zona metropolitana de Mérida, donde habría 28,836 hogares de ese tipo, contra los 8,607 registrados en 1990.
Según el especialista, de todas las personas que viven solas, el 62% son hombres y el 38% mujeres. En conjunto, el 55 por ciento son mayores de 60 años, muchos de ellos viudos; el 8% tiene entre 45 y 60 años y el resto, 37%, tiene entre 20 y 45 años, la mayoría hombres (7 de cada 10).
Aquí es donde se observa uno de los principales cambios demográficos de la familia en Yucatán, dice Gómez Ovalle. En 1990, la mayoría de las personas que vivían solas eran ancianos y viudos. Hoy hay un segmento de personas más jóvenes que pueden mantenerse por su cuenta y prefieren vivir solas, un fenómeno relativamente nuevo en Yucatán.
Otro de los factores que explica el aumento de los hogares unipersonales, agrega el especialista, es la disminución relativa de los matrimonios y el aumento de los divorcios.
Según cifras del Inegi, entre 2000 y 2010 el número de matrimonios disminuyó en 1.83%, mientras que el de divorcios creció en el mismo periodo, 88.7 por ciento.
Aunque no hay cifras precisas, añade, otra posible causa del aumento de los hogares unipersonales es el creciente número de casos de abandono de ancianos por parte de sus familiares.
-No hay un estudio sobre el tema, pero nosotros tenemos la presunción de que, sobre todo en Mérida, cientos de personas mayores de 65 años viven solas, porque sus parientes más cercanos no cuidan de ellos.
A partir de las cifras del Censo y de las recabadas por ISP, Gómez Ovalle concluye que el 70 por ciento de los que viven solos son propietarios de sus viviendas y la mayoría tiene sus propios ingresos.
Sin parentesco
Paralelamente al fenómeno de los hogares unipersonales, también empieza a crecer el de los hogares corresidentes, es decir, los integrados por dos o más personas sin relación de parentesco.
En 2010 se registraron 2,515 hogares de este tipo, con una población estimada de 6,136 personas, dice el directivo de ISP. En 1990, habían 1,055 hogares corresidentes en el Estado y 2,767 personas viviendo en ellos.
Este segmento tiende a crecer más debido a la proliferación de viviendas habitadas por estudiantes de otros estados y por jóvenes que viven en unión libre, afirma Gómez Ovalle, “un discreto, pero significativo cambio en la composición de las familias yucatecas”.- HERNÁN CASARES CÁMARA
Familias | Cambios
En Yucatán hay cerca de 50,000 personas que viven solas en sus casas.
Edades
Según estudios, el 62% de ellas son hombres y el 55% de todo el conjunto es mayor de 60 años, aunque el 37% tiene entre 20 y 45 años.
Aumento
En 1990 la población de personas que vivían solas ascendía a 16,166. En 2010 el número creció a 48,801, según el Inegi, el 9.7 por ciento de todas las viviendas censadas.