Si eres de los que les gusta el alcohol, a continuación de mostramos cómo éste afecta a tu sistema mientras viaja por tu cerebro, corazón y músculos.
Tan solo un trago de
cerveza, vino o whisky, se mantiene en tu cuerpo por un promedio de dos horas. Una vez que entra a tu sistema circulatorio, pasa por casi cualquier órgano y sistema dentro de tu cuerpo.
Gracias a su trabajo para destruir toxinas, tu hígado es quien toma la carga más pesada cuando tomas en exceso. Pero, aún cuando no tomes lo suficiente como para ocasionarte una cirrosis, tus noches de bares pueden estar cobrándote de más.
Tomar de manera moderada (dos tragos promedio para un hombre) te brinda una gama de beneficios en tu salud, desde reducir tu riesgo de contraer diabetes, hasta potenciar tu creatividad. Pero bueno, si comienzas a tomar en exceso, ten por seguro que el
alcohol tendrá sus efectos negativos para ti. Esto es lo que pasa dentro de tu cuerpo cuando te tomas más de las que deberías.
Cerebro
A diferencia de lo que comúnmente se cree, el alcohol en realidad no mata las células en tu cerebro, según menciona David Sack, de la compañía de tratamiento de adicciones Behavioral Health.
Lo que sí hace el alcohol, según Sack, es alterar tus neurotransmisores, que son los mensajeros químicos que controlan tu humor, la percepción que tienes sobre las cosas y tu reacción ante ellas.
El alcohol inhabilita ciertas áreas del cerebro, como por ejemplo el cerebelo (el sitio que controla tu balance y coordinación) y tu corteza cerebral, la cual es responsable de tus pensamientos, tu memoria, y tu aprendizaje, según Kimberly S. Walitzer, Instituto de Investigación Sobre Adicciones de la Universidad de Buffalo.
Piel
La cerveza puede volver a las demás personas más atractivas, pero el alcohol (el que tú te tomas) no le hace ningún favor a tu cara. De hecho, juega con ella, dilatando los vasos sanguíneos y haciéndolos más propensos a romperse. Esto te puede ocasionar ojos rojos y empeora la piel cuando es sensible, según el dermatólogo David E. Bank, del Centro Médico Presbiteriano de Columbia.
También, tu corazón bombea más fluido por los tejidos para balancear tus ahora expandidas venas y arterias, dejándote con una cara hinchada.
Músculos
Ve al gimnasio tanto como quieras. Si después de entrenar te vas al bar, puede ser que nunca consigas esos bíceps que buscas.
El alcohol juega con tus respuestas hormonales e inflamatorias hacia el ejercicio, haciendo más difícil para tu cuerpo el reparar las fibras dañadas y crear nuevas (paso esencial para marcar tu cuerpo), según una reciente entrevista con la columna de Sports Medicine.
Podrás agravar el efecto si bebes una cerveza antes que una barra energética o un licuado, según el autor del estudio Matthew Barnes, Doctor en la Universidad de Massey en Nueva Zelanda.
Así que tómate el tiempo de consumir algunas proteínas, carbohidratos y fluidos sin alcohol después de tu entrenamiento y antes de abrir tu primera cerveza.
Corazón
El consumo moderado puede proteger tu corazón debido a los polifenoles que el alcohol contiene, o subiendo tus niveles de HDL (o “buen colesterol”), dice Kirsten Mehlig, Doctor de la Universidad de Gotemburgo en Suecia. Pero su estudio más reciente sugiere que estos efectos pueden solo beneficiar al 15% de la población con un cierto perfil genético.
Mientras tanto, esos mismos
pocos tragos por día, pueden también aumentar el riesgo de fibrilación auricular (arritmia cardiaca) en un 17%, de acuerdo a un estudio de la revista del Colegio Americano de Cardiología. Este tipo de latidos irregulares aproximadamente cuadruplican el riesgo a tener una embolia y triplican el riesgo a sufrir un paro cardíaco.
Estómago
Solo una noche de copas (eso es 5 o más tragos para un hombre en el transcurso de 2 horas o menos) incrementa lo que se llama la permeabilidad intestinal, según investigadores de la Escuela de Medicina de la Universidad de Massachusetts.
Toxinas dañinas y bacterias se salen de tu sistema digestivo y entran a tu sangre, ocasionando una peligrosa respuesta de tu sistema inmune que puede llevarte eventualmente a alguna enfermedad del hígado o algún otro problema de salud.
En dosis más bajas, el alcohol irrita tu estómago, incrementa tu acidez, y relaja los músculos que están al final de tu esófago, causando todavía más acidez, según el Doctor Sacks.
Hombres, mucho cuidado
Y, finalmente, en el caso de los hombres, con tan solo 5 tragos a la semana, reduces la cantidad de espermatozoides y el porcentaje de “nadadores” saludables, tal vez debido a la disminución en el nivel de las hormonas sexuales como la testosterona, reportan investigadores daneses en la columna BMJ Open.
Y si bien, una copa de vino establece el estado de ánimo necesario, cualquier cantidad más podría destruir tu desempeño en la cama, según el Doctor Sacks.
Casi tres cuartas partes de los hombres con dependencia alcohólica tiene, al menos, un problema de salud sexual, como falta de deseo, disfunción eréctil, o eyaculación precoz, según Investigadores en la India.