Noticias de Yucatán.
A las tres las une un pasado de abuso y maltrato de décadas en los espectáculos de circo. Las tres tienen una edad que ronda entre los 35 y 40 años. Las tres son elefantas africanas que ahora comparten hogar en un recinto ampliado de siete mil metros en el Zoológico de San Juan de Aragón, al noreste de la Ciudad de México.
Las tres vivieron en una situación de circo, que es precisamente lo que estamos atendiendo. Pensamos que se conocen de muy pequeñas, porque hubo dos o tres importaciones de elefantes en México, en los años 80”, reveló Fernando Gual Sill, director general de Zoológicos y Conservación de la Fauna Silvestre de la CDMX.
Ely, bautizada por los activistas como “La elefanta más triste del mundo”, pertenecía al Circo Hermanos Vázquez y llegó aquí en 2012, hace 12 años. Quedó sola desde 2016 cuando murió su compañera la elefanta Maguie.
El gobierno de la Ciudad de México compró a Ely, ojo, porque no la rescató, la compró por tres millones 460 mil pesos”, apuntó Diana Valencia Cuevas, directora y fundadora de Abriendo Jaulas, Abriendo Mentes.
En el caso de la elefanta Gipsy, ella trabajó en el Barley Circus y de ahí pasó al Zoofari en Morelos, donde vivió cerca de ocho años; el 26 de junio de 2023 fue enviada a San Juan de Aragón para hacerle compañía a Ely.
No es posible que retiren a Gipsy de un entorno mucho más amplio, natural, con un clima benéfico para traerla a un zoológico urbano, citadino, lleno de contaminación, como si Gipsy fuera un objeto: ¡Mira, ahí te va para que los activistas vean que le trajimos compañía a Ely!”, lamentó Diana Valencia Cuevas.
Mientras que la elefanta Annie, fue trasladada apenas el pasado 21 de marzo, luego de ser asegurada por la Profepa, por faltas al trato digno y respetuoso, en un predio del Circo Atayde Hermanos, en la carretera de Lagos de Moreno, Jalisco.
Se privilegió que estuviera acompañada de ejemplares de su misma especie, también consideramos las instalaciones y el tamaño que tiene el Zoológico de Aragón”, señaló Blanca Mendoza Vera, titular de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa).
JUNTAS
Tras un acoplamiento exitoso que tardó 11 meses, Ely y Gipsy ya conviven libremente, como pudo constatar Excélsior, el primer medio de comunicación que las vio juntas en su recinto ampliado y reacondicionado.
En algunas semanas posiblemente ya las pueda observar el público en general, a lo mejor todavía no las tres juntas, pero sí dos juntas y Annie conociendo a Ely y Gypsi, del otro lado”, adelantó Fernando Gual Sill.
A decir del director general de Zoológicos y Conservación de la Fauna Silvestre de la CDMX, poco a poco la recién llegada, Annie, se adapta a sus nuevas condiciones de vida, por el momento, separada en la parte de enfrente del recinto para elefantes africanos, donde tiene hielos para afrontar el intenso calor y una charca para que se pueda refrescar.
Annie ya conoce a Ely y a Gipsy, ya se tocan las trompas con contacto protegido, y comen de un lado y otro, juntas las tres”, indicó.
El doctor Fernando Gual, explicó que Ely sigue en tratamiento de sus enfermedades crónicas, que se desarrollaron durante su estancia en el circo, que son controladas por un equipo de 20 especialistas.
Detalló que estos padecimientos no tienen cura, como ocurre con la artritis que tiene en la pata delantera derecha, “como en un humano, la artritis no va para atrás, va para adelante”, así como la hiperqueratosis que afecta principalmente la piel en su lomo, “que es como el callo que tienen algunos perros en los codos”.
Señaló que Ely también tiene una fístula en uno de sus seis molares, por su crecimiento, que se monitorea permanentemente, además de las estereotipias o movimientos repetitivos que adoptó previamente, y que se reducen al 100 por ciento con enriquecimiento ambiental, el vínculo con sus cuidadores y la convivencia día y noche con Gipsy.
Por su parte, Annie, la elefanta que vivió siete años prácticamente abandonada en un terreno baldío cercado con contenedores oxidados, ya recuperó peso, gracias a la dieta balanceada que recibe a diario conformada por 120 kilos de forraje, y conforme va dejando acercarse a sus cuidadores, se están atendiendo sus problemas de cutícula y uñas.
La exigencia de los defensores de los derechos de los animales es que se realice una evaluación por parte de expertos internacionales, sin conflicto de interés, para que Ely sea enviada a un santuario.
Valencia Cuevas advirtió que no quitarán el dedo del renglón, hasta lograr una mejor vida para Ely.
Hay estudios científicos que comprueban que el elefante es la especie que más sufre con el cautiverio, ya que sufre daño al cerebro”, manifestó.
Para Ernesto Zazueta Zazueta, presidente de la Asociación de Zoológicos, Criaderos y Acuarios de México, la polémica en torno a Ely es sólo golpeteo político y ganas de obtener likes y monetizar en redes sociales.
Ely es una estrella de redes sociales, que lo único que ha generado es mucha polémica y muchos views. Si la elefanta se hubiera quedado en el circo, ya no viviría, ésa es una realidad, porque cuesta mucho dinero a los Zoológicos de la Ciudad de México, atender sus enfermedades que tenía previamente”, sentenció.
Lo cierto es que dos amparos, uno en revisión en la Suprema Corte de Justicia de la Nación y otro ganado recientemente en un Juzgado de Distrito, permitieron mejorar las condiciones de vida de Ely, que ahora junto con Gipsy y Annie, dejará atrás años de maltrato en los circos para formar una manada en San Juan de Aragón.