Noticias de Yucatán
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Alejandro Solalinde abraza a la pareja y sonríe feliz, relajado. Replica el gesto una y otra vez a lo largo de esta noche especial para atender a todos los empresarios que en larga procesión desfilan para conocerlo y tomarse una foto con él. El sacerdote -a quien en esta cena de gala en los patios del Hospicio Cabañas se le reconoce su contribución a la justicia y la paz social- es tratado como un auténtico "pop star" y aunque este lujoso ambiente no es el suyo se le ve sereno, contento. Conserva invicta esa simetría fabulosa de humildad y trascendencia.
la entrevista | P. Alejandro Solalinde
El país está en una situación de crisis… ¿quién es el culpable?
Unos más, otros menos, todos somos responsables. Esta barbarie que tiene postrado al país es el resultado de muchas omisiones: del gobierno, de la jerarquía católica, de la sociedad, de los partidos, de las religiones… de que las universidades se hayan olvidado de los problemas del pueblo, de que nos hayamos alejado unos de otros, de la apatía social. Esas omisiones son las causas del México que tenemos. Todos somos responsables y algunos, ¿por qué no?, son culpables.
¿Cuál es su lectura de los últimos acontecimientos?
Esta violencia que nos desangra y nos avergüenza es un signo de los tiempos. Los 43 jóvenes desaparecidos -que son los últimos, no los únicos- nos deben hacer comprender que todos tenemos algo que cambiar. Incluso Yucatán, que se dice el estado más pacífico del país, necesita abordar de una vez por todas esa profunda división social que padece. Yucatán me duele, es uno de los estados del país donde es más evidente la distinción de clases, la marginación, la humillante estratificación que divide a los seres humanos en personas de primera, de segunda y hasta de tercera categoría. Creo que a los yucatecos les falta descubrir que el otro es su semejante. Yo aprendo mucho del municipio indígena de Cherán, que para mí es un ejemplo en estos momentos, y de los zapatistas: construyen una vida nueva desde abajo, compartida, responsable, salvan las instituciones al hacerlas funcionar.
Yucatán tiene en la discriminación una espina venenosa clavada en el costado. Y estamos ante una cuestión de fe cristiana, porque si de verdad amamos a Jesús, si creemos en lo que Él nos dice, tenemos que reconocernos como hermanos, superar esas diferencias ancestrales.
¿Dónde está la salida?
Estamos sumidos en una crisis muy fuerte que nos hace dudar, que nos cuestiona. Pero es el momento de ver esto como una oportunidad inmejorable para sacar lo mejor de nosotros mismos. Estoy plenamente convencido de que la solución está en nuestras manos y no debemos esperar a que las cosas sucedan. México tiene infinidad de líderes que no han descubierto -o no han querido asumir- su papel como agentes de cambio. La participación social es la palanca que necesitamos para mover la piedra.
¿Ve cerca el cambio?
Hace poco, en un momento de desesperación, exclamé sin querer “¡México es una porquería!”, pero no me refería a su gente, a tantas cosas buenas que tenemos -como los zapatistas, como el pueblo de Cherán, como los hombres y mujeres que trabajan todos los días por un país mejor-. Estoy convencido de que México puede ser salvado, de que si nos unimos podremos cambiar las cosas, de abajo hacia arriba. Y tiene que ser en ese sentido porque allá arriba gobierno e instituciones están muy bien acomodaditos, cuidando con uñas y dientes sus negocios e intereses. Están tan corrompidos que veo imposible que por ahí pueda haber un cambio.
¿Qué papel juegan los jóvenes?
El país se desmorona, pero quiero ver esto -más allá de la tragedia- como un necesario cambio de piel. El corazón nuevo de México, su mayor riqueza, son los jóvenes y las mujeres. Y ellos y ellas empujan porque tienen una gran esperanza en el futuro, lo percibo donde quiera que voy. Le digo: mientras haya jóvenes, mientras haya mujeres, México no se va a perder.
Padre, un consejo para no perder la esperanza:
Como católicos, necesitamos encomendarnos a Jesús y a su madre, que tienen el mismo proyecto para México. Jesucristo nos ofrece el Reino de Dios, una nueva sociedad, de relaciones justas, amorosas, incluyentes, de respeto, esperanza y aceptación. La Virgen también. La Virgen de Guadalupe pidió una casa donde quepamos todos, donde pudiera mostrarnos su amor y darnos protección, ayuda y consuelo. Ese es el templo que pidió, no un edificio necesariamente. Hablando en plata, la Virgen pidió una casa, no la Basílica que la jerarquía le construyó, donde la coronó reina, la volvió de la realeza y la alejó de nosotros.
Son muchos años de lucha, pero las cosas no parecen mejorar, ¿ha pensado alguna vez en desistir?
Nunca he perdido la fe. Incluso la he sentido latir con fuerza en esta hermosa convivencia, donde se han desbordado las buenas prácticas de la armonía, la generosidad, la música, el arte. ¡la fe expresada de muchas maneras! Me he sentido tan contento, tan regalado de Dios, que estoy seguro de que actos como el que hemos tenido aquí nos deben inspirar a perdonar y a pedir perdón. Para comenzar un nuevo México debemos hacerlo en paz y con un corazón generoso, sólo así podremos dejar atrás todo esto que nos está destruyendo.
Se ve usted muy feliz esta noche…
Porque los tengo a ustedes. ¿Para qué quiero cosas materiales si Dios me ha dado lo más grande, que es la gente? Hace tiempo yo le pedía muchas cosas a Dios, he sido bien ‘pediche’ con Él. Lo primero que le dije fue: ‘Señor, que vea. Enséñame a ver, quiero darme cuenta de las cosas’, y me lo concedió. Luego le dije: ‘Dame el don de amar a la gente, a cualquier gente, a toda’, y me lo dio. Me siento tan feliz, disfruto tanto a la gente, para mí no hay personas extrañas, sean ricos o pobres los quiero . Disfruto a todos porque todos son mis hermanos, Dios me concedió el privilegio de verlos a todos así, me dio el mejor regalo. No tengo casas, no tengo coches, pero soy un hombre inmensamente rico.
Un galardón muy merecido.
Me siento orgulloso de las personas que recibieron estos reconocimientos y le doy gracias a Dios porque no son sólo los nueve de esta noche. Miles de mexicanos merecen lo mismo y más, gente que a lo largo y ancho del país nos muestra que hay un México distinto al que está cayendo al despeñadero, un país mejor que va aflorando poco a poco entre el dolor y la tragedia. No será tan fácil, tampoco hay que dejarse llevar por el romanticismo. costará muchísimo sacrificio, pero no dudo ni un poquito que entre todos los mexicanos de buena voluntad sacaremos a adelante al país. Estoy totalmente seguro.
Esta barbarie es resultado de muchas omisiones: del gobierno, de la jerarquía católica, de la sociedad, de los partidos políticos, de las religiones…
http://yucatan.com.mx/merida/derechos-humanos-merida/yucatan-duele#sthash.UNBJIz7u.dpuf“Siento que me duele México”
Hablan del caso Ayotzinapa en una reunión de salud
La indignación que causa el horror de Ayotzinapa sigue generando reacciones, ahora las expresiones se escucharon en dos discursos inaugurales de la LXVIII Reunión Anual de Salud Pública que durante cuatro días se realizará en esta capital.
Silvia Roldán Fernández, presidenta de la Sociedad Mexicana de Salud Pública, manifestó que en su calidad de dirigente de esa agrupación y también como abuela, madre y amiga siente que “México me duele”.
-Me duele en la forma como respondemos ante una crisis social que llama a nuestra puerta -expresó ante los cientos de asistentes a la ceremonia, entre ellos el jefe del Despacho del Ejecutivo estatal, Eric Rubio Barthell, quien llevó la representación del gobernador Rolando Zapata.
-Hoy que México está tan herido, pues la mayoría no podemos entender cómo pueden suceder cosas tan graves y dolorosas como la desaparición de 43 estudiantes, y ver cómo la corrupción gana terreno en todos los niveles, necesitamos hacer una reflexión profunda para cambiar este país, y debemos empezar con nosotros mismos.
Dijo que la mejor reacción ante esos hechos es trabajar con honestidad y pasión. Luego añadió que ella sueña con un México diferente, donde todos cumplan sus obligaciones, desde las más sencillas como usar el cinturón de seguridad y respetar la señal del semáforo hasta compartir lo que se tiene con aquellos que están muy desfavorecidos, evitar el influyentismo y que todos sean respetados por lo que son y no por lo que aparentan o si tienen amistades influyentes.
También invitó a conocer y discutir la reciente propuesta presidencial para universalizar los servicios de salud, pues ésta no se improvisa.
-La salud no debe verse como refugio para coronar compadrazgos, esos errores se pagan caro. Los pagan el país, los niños y nuestro bienestar.- H.V.A
Homenajeado| Su voz
En la ceremonia se entregó la Medalla al Mérito Sanitario a Cuauhtémoc Ruiz Matus.
Madre maestra rural
En su discurso de aceptación, el homenajeado relató que su madre se graduó de profesora en una escuela rural y fue maestra rural.
Unión con Ayotzinapa
Agregó que lo anterior le hace sentir más solidaridad con los 43 estudiantes desaparecidos. Esta parte del discurso fue interrumpido por aplausos.
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