Después del acto político del III informe ciudadano de la gobernadora Ivonne Ortega Pacheco, se ofreció una cena de gala en la hacienda Chichí Suárez para mil invitados.
En los jardines de la antigua estancia se colocaron 100 mesas protegidas por tres enormes toldos. Las mesas se adornaron con mantelería blanca, vajilla del mismo color y adornos hechos con papel de china de varios colores.
En los respaldos de las sillas se colocaron franjas de telas con bordados, semejantes a los de los ternos de hilo contado.
La mesa principal, más grande que las demás, que ocuparon la gobernadora y sus invitados, se instaló al centro.
El menú consistió en antojitos y platillos regionales.
Para abrir se sirvieron salbutes, panuchos, pimitos, chayitas y pibes. Después sopa de lima.
Como plato fuerte, cuatro guisos: queso relleno, pavo en escabeche, lomitos de Valladolid y cochinita.
De postre, dulce de papaya y helados de mamey y coco.
La cena fue amenizada por el grupo Yahal Kab. Los primeros invitados comenzaron a llegar a las 21:30 horas.
La seguridad, a cargo de agentes de la Secretaría de Seguridad Pública, fue notoria. A la entrada de la comisaría meridana se ubicaron tres patrullas y en los alrededores de la hacienda otro número similar.
Para entrar al sitio era necesario mostrar las invitaciones especiales.
