A unos días de que un grupo de médicos insistió en denunciar que hay graves carencias y una serie de anomalías en el Hospital O'Horán, sale a la luz el caso de un paciente que no puede ser operado de un pie porque no hay material quirúrgico.
En un caso, al parecer, inédito, familiares de Luis Antonio Azcorra Montero, paciente de 57 años y hospitalizado desde hace 19 días por padecer úlceras en el pie izquierdo a causa de la diabetes, afirman que el médico tratante les pidió que compren una sierra de Gigli para poder amputar la extremidad inferior, debido a que no hay ese material en el nosocomio.
La sierra de Gigli es un alambre flexible con dientes de sierra que se emplea en las cirugías para cortar hueso.
Los familiares de Azcorra Montero, de escasos recursos, dicen que están endeudados por el tratamiento y las medicinas que ya compraron para el paciente y "de encima" les piden ahora que compren la sierra, que cuesta de $200 a $350.
En las oficinas de Trabajo Social del O'Horán informaron que Edwin Cimé, empleado de Proveedora de Materiales Médicos del Mayab, que surte material al nosocomio, dijo que la sierra cuesta $350. El paciente debió ser operado desde anteayer, pero los familiares no habían podido reunir el dinero para comprarla.
Desde su ingreso, los médicos le han amputado a Azcorra Rejón tres dedos del pie izquierdo, pero ahora dicen que es necesario cortarle todo el pie para evitar un problema mayor.
Piden apoyo
Con la receta del O'Horán, firmada por un doctor de apellido Mendoza, los familiares acudieron ayer al Congreso del Estado en busca de ayuda. Enterada del caso, una diputada, quien pidió el anonimato, ofreció apoyarlos.
Por otro lado, el caso crítico del O'Horán llega a tal grado que, según sus parientes, a Azcorra Rejón, paciente de la cama 17-B del tercer piso, le han estado suministrando medicamentos "del doctor Simi", porque no hay dinero para comprar de patente o marca.- FÉLIX UCÁN SALAZAR
La Sociedad Médica del O'Horán ha advertido que hay serias irregularidades en el nosocomio.
Quejas
Los galenos denuncian que hay "terrorismo laboral", carencia de equipo y materiales, atención gratis a recomendados y familiares de políticos, y cero exenciones a pacientes de escasos recursos.
