La transparencia es un componente básico en la rendición de cuentas. Sin ella no hay democracia, declaró Rogelio Gómez Hermosillo, presidente nacional de Alianza Cívica.
En entrevista con el Diario, habló también del papel que la sociedad debe asumir ante gobiernos que no rinden cuentas, de las nuevas tecnologías al servicio de las causas ciudadanas y de la impunidad como forma de ejercer el poder, que se debe combatir.
El dirigente vino ayer a Mérida para participar en la Universidad Marista en el foro "Conoce... BDSocial. Base de datos para el análisis social", un portal que concentra información de encuestas socioeconómicas hechas en los últimos años.
La entrevista con este periódico, de la que hoy ofrecemos la primera parte, transcurrió en los siguientes términos:
¿Cómo percibe al país en materia de transparencia?
Tuvimos importante avance con la Ley de Transparencia y su reforma constitucional de 2007, la cual establece un conjunto de criterios que deben cumplirse en materia de acceso a la información de gobierno, en materia de que los organismos responsables de tutelar este derecho actúen en beneficio de la gente.
Lamentablemente en la práctica hemos visto un conjunto de claroscuros, avances en algunas cosas, retrocesos en otras, mucha simulación... Y lo más débil es que los organismos garantes del derecho de información muchas veces no cumplen su labor, y a veces cuando intentan cumplir se les obstaculiza desde algunas áreas de los gobiernos. Por ejemplo, las acciones realizadas por la PGR o el SAT para evitar entregar información que el IFAI les ha pedido.
¿Se puede hablar de democracia sin transparencia?
La transparencia es un componente básico en la rendición de cuentas. Sin ella no hay democracia. Y hacer valer el derecho a la información es una de las tareas prioritarias.
¿Son tiempos críticos para la libertad de expresión, para la labor de los periodistas?
Sí, pasamos por una etapa adversa para el trabajo de los medios y es triste que su función periodística sea afectada.
El tema de la violencia en algunos estados es difícil de calibrar o entender, pero lamentablemente los medios de comunicación, como muchas cosas, no transitaron a la democracia. La alternancia en el poder federal y en algunos estados no generó una nueva relación entre los actores sociales, ni en los sindicatos ni en los grupos empresariales, pero tampoco en los medios de comunicación. Con honrosas excepciones, una es el Diario, muchos medios de comunicación siguen vendiendo información al mejor postor.
El contubernio de intereses no se rompió se siguen comprando espacios como si fueran.
Los medios no cambiaron y el gobierno nuevo le entró al jueguito de jugar y vender conciencias a través de ellos. Son excepcionales aquellos medios que no son dependientes de ingresos más o menos turbios con respecto al poder político.
¿Cómo puede el ciudadano exigir cuentas al gobierno?
Tiene que tomar en serio su papel ciudadano. Lo peor que puede pasar es que la sociedad se canse o se amedrente, se atemorice y baje los brazos.
Desde una perspectiva histórica lo que vivimos hoy es diferente a lo que vivíamos hace 20 años, pero para bien, a pesar de que muchos nos sentimos insatisfechos, cansados de ver que no hemos logrado todo aquello que esperábamos de la democracia, de que el gobierno tuviera contrapesos, que los gobernantes asumieran su condición de servidores públicos y que cuando una autoridad cometa una falta, un delito o abuso, haya un poder, otra autoridad que lo sancione y detenga. (Continuará).
