Alrededor de 27 mil meridanos de los 45 mil que habitan en alguna de las comisarías o subcomisarías están bajo la autoridad de una mujer.
De las 47 comisarías de Mérida, 22 están bajo la dirección de una mujer. Todas las funcionarias, elegidas por el voto popular, están casadas y tienen hijos.
Las mujeres comisarias y subcomisarias del municipio cumplen una doble función, ya que además de ser las máximas autoridades de sus comunidades y enlace con las autoridades municipales, son madres y esposas.
Las representantes de las comunidades del municipio constituyen un ejemplo vivo de lo que el género femenino ha tenido que luchar para ocupar un espacio importante en el sector rural de Mérida.
Hoy, Día Internacional de la Mujer, se ofrece un panorama de los espacios que el género femenino ha ganado en un ámbito que hace unos años era reservado sólo para los hombres.
"Ser mujer en una comisaría no es nada fácil y mucho menos ser la autoridad", consideró María Ernestina Canul Hu, subcomisaria de Chalmuch.
"Nos ha costado ganarnos el respeto", agregó.
En los lugares más apartados, las comisarias son la única autoridad de la comunidad y tienen que hacer de juez de paz para conciliaciones entre las personas involucradas en problemas o conflictos. Además, tienen que lidiar en algunos casos con ebrios, en su mayoría hombres.
Algunas comisarias y subcomisarias indicaron que decidieron contender por el cargo porque el pueblo las impulsó.
Caucel está a escasos siete kilómetros de Mérida. Yaxché de Casares, a 17 kilómetros al oriente de la capital yucateca. Caucel tiene clínica del IMSS, parques y servicio de transporte, aunque ahora vive a la sombra de Ciudad Caucel. Ambas comunidades están bajo el mando de una mujer.
Elisa Belén Ibarra Noh, de 26 años, comisaria de Caucel, es madre de dos hijos, de 7 y 2 años. Antes trabajaba como secretaria de la anterior comisaria. Durante siete años que se enteró de los problemas de la comunidad, sin embargo, poco podía hacer. "Veía con tristeza cómo la gente llegaba a pedir ayuda, muchas eran mujeres golpeadas", dice.
Elisa Belén ha tenido que hacer "mil maravillas" para conjuntar la labor de mamá, autoridad y ama de casa. Su labor como autoridad repercutió en su familia, sus hijos son tratados con temor por sus compañeros y con respeto por sus maestros.
"Les dicen que no juegan con ellos porque su mamá es la comisaria; en cambio los maestros los cuidan", añade.
La comisaria de Caucel señala que no es fácil su labor, porque la ejerce las 24 horas del día los 365 días del año.
"Puedes estar en tu casa, en tus labores de mamá o de esposa y de pronto surge un problema. Incluso hasta de noche o madrugada. Navidad, Año Nuevo y durante las fiestas son los días que más trabajo hay", agrega.
La cauceleña considera que uno de los principales logros que ha tenido en seis meses de trabajo es haber erradicado el consumo de alcohol en el centro de la comunidad.
"Les hablo y les digo a los que lo hacen que no está permitido tomar en la calle. Me respetan, y cuando no, pido ayuda a la SSP".
Josefina Nahuat Sulú, de 37 años, es subcomisaria de Yaxché de Casares. Su primer gran logro es ser la primera mujer en ser representante municipal en su comunidad.
"Era una tierra de hombres. Rompí el tabú", expresa con orgullo Josefina Nahuat.
La subcomisaria, madre de tres hijos de 20, 18 y 15 años, tiene que conjuntar la labor de ama de casa con el trabajo.
"Muchos me dicen señora presidenta en el pueblo", añade.
En la elección, Josefina contendió contra un hombre. Contrario a lo que se pudiera pensar, muchos hombres de la comunidad se le acercan a pedir ayuda, más que las mujeres.
Actualmente 22 mujeres dirigen los destinos de igual número de comisarías y subcomisarías de las 47 que hay en Mérida.
En entrevista, algunas de ellas recuerdan que durante sus campañas proselitistas ofrecieron simplemente ser gestoras ante las autoridades y escuchar las necesidades. A diferencia de otros comisarios, ellas están disponibles las 24 horas del día.
"Es lo que le gusta a la comunidad, que siempre estamos dispuestas a oír sus necesidades, sus problemas", señala Gabina del Rosario Mex Vivas, subcomisaria de Xcumpich.
Según estadísticas municipales, el 70% de las mujeres que contendieron por alguna comisaría derrotaron a aspirantes varones.
"La gente nos dice que nos tienen más confianza que a los hombres, y no hay que dejarlos mal, tenemos que dar todo de nosotras", agrega Gabina.
En ocasiones, dice Josefina Nahuat Sulú, subcomisaria de Yaxché de Casares, hay quejas de que cuando un hombre es el comisario y lo buscan por algún problema, no lo encuentran o está en estado inconveniente.
"Nos ayuda ser mujeres, las mismas mujeres nos tienen más confianza", abunda Josefina.Gabina y Josefina dicen que en sus comunidades otras mujeres ya tienen la inquietud de ser subcomisarias."Estamos abriendo las puertas a las mujeres, eso nos da gusto", expresan con orgullo.Ambas aseguran que con la incursión de las mujeres en el ámbito político y de servicio comunitario hay avances para terminar con el machismo que todavía prevalece en las comisarías de Mérida.
Las mujeres que encabezan las 22 comisarías y subcomisarías meridanas son: Elisa Belén Ibarra Noh, Caucel; María Ernestina Canul Hu, Chalmuch; Manuela de Jesús Avila Cetz, Dzidzilché; Sandra Maribel Tzab Chan, Dzoyaxché; María Rosely Fernández Chin, Hunxectamán; Bernardina Baas Pech, Kikteil; Pastora Gil Canul, Komchén; María Manuela Solís Bacab, Molas; Carmina de la Luz Azarcoya Cauich, Opichén; María Adolfina Canché Pat, Petac; Georgina Kumán Dzul, Sac Nicté; Rubí Asunción Manzanero Vivas, San Antonio Hool; María Diana Piña Cab, San Pedro Chimay; María del Rosario Canché Pool, Santa Cruz Palomeque; María Rubí Ek Moo, Santa María Yaxché; Carla Marisol Uc Ku, Sodzil Norte; Margarita del Rosario Xool Chalé, Susulá; María Margarita Muñoz Córdoba, Tamanché; Herminia Beatriz Lara Chan, Temozón Norte; María Delfina Couoh Couoh, Xcunyá; Gabina del Rosario Mex Vivas, Xcumpich, y Josefina Nahuat Sulú, Yaxché Casares.