Hasta ahora, los incendios se han registrado en 37 municipios, entre ellos los alrededores de Mérida, proclives al fuego a causa de la existencia de terrenos baldíos y montes, donde hay alta concentración de maleza seca.
El problema se agrava porque la gente todavía no asimila el riesgo de quemar su basura en la vía pública o en sus terrenos, y los conductores tiran las colillas de sus cigarros a las orillas de las carreteras.
"Conkal, Dzemul, Baca, Motul, Tizimín, Tixpéual y una parte de los puertos de Progreso y Chicxulub son zonas muy propicias para el fuego. En Mérida estamos atentos con los brotes de fuego y apenas detectamos humo lo atacamos con brigadistas de Protección Civil y bomberos de la Secretaría de Seguridad".
Logística bien afinada
Según dijo, no quieren tener ningún problema por causa de los incendios forestales y por ello tienen una logística bien afinada en la que participan más de 500 brigadistas de Protección Civil del Estado, de los municipios, de la Conafor, la Sedena, la Marina y la Secretaría de Seguridad Pública, instituciones que están bien capacitadas en combate de incendios y tienen los equipos y herramientas indispensables.
Además, la Seduma utiliza la avioneta del gobierno del Estado para sobrevolar a diario el territorio yucateco, a fin de detectar las columnas de humo y de esta forma geoposicionar el lugar y mandar las brigadas contra incendios.
Si es necesario, el Comité de Incendios utiliza maquinaria pesada de la Secretaría de Obras Públicas para abrir amplias guardarrayas o caminos cortafuegos para evitar la expansión del incendio.
Hasta ahora el fuego no ha ocasionado el desalojo de personas, no hay víctimas en el combate al fuego, salvo los tres brigadistas que murieron al volcar una pipa de la Dirección de Bomberos el domingo pasado.
"Sólo en Tixpeual se acercó el fuego a zonas habitadas y ranchos; por fortuna se controló. Estamos pendientes de zonas urbanas y orillas de las carreteras, y concentramos el ejército de brigadistas y equipos cuando hay peligro".
En cada frente de fuego van los brigadistas especializados, con conocimientos de estrategias para frenar el "tsunami de fuego", por lo que los coordinadores de incendios prefieren que las personas que no tienen entrenamiento sólo ayuden en el acarreo de agua o cuidando las mangueras, para que los incendios no se vuelvan un problema de seguridad."Los brigadistas saben cómo utilizar el viento a su favor", señaló el antropólogo Ruiz. "El viento es uno de los elementos más peligrosos durante los incendios y los más difíciles de controlar. No sabemos ni podemos adivinar hacía dónde se va a mover y hacia dónde brincarán las brazas; de momento, cuando sopla fuerte el viento aparecen incendios en varios frentes y se avivan las llamas".Dijo que en estos momentos están juntos los elementos que propician los incendios: no hay lluvia, la vegetación está muy seca, hay mucho viento, la temperatura ambiente es muy alta, está en su apogeo la sequía, la gente hace quemas clandestinas, tira botellas y colillas de cigarro o cerillos encendidos entre la maleza."Yo le pediría a los campesinos o familias que no quemen ahora que es un mes de alta incidencia de incendios", dijo. "Cuando se abra el permiso de quemas que vuelvan a los métodos de antes, que era avisar a sus vecinos de parcelas, vigilar el fuego, tener agua de reserva y solicitar el apoyo de los presidentes municipales".También dijo que los incendios causan serios problemas económicos porque se queman henequenales, plantíos de cítricos, pastizales, hortalizas o plantaciones forestales. Además, el humo afecta a los pobladores, a los niños, y pone en riesgo el patrimonio de los yucatecos."Afortunadamente en Yucatán no es muy violento el fuego y se puede controlar porque es una planicie, no hay montañas como en otros lugares donde el incendio es implacable y muy destructor", indicó. "Cuando el incendio es de grandes proporciones, utilizamos el helicóptero de la Conafor, que lanza grandes cantidades de agua con químicos retardantes al fuego".Todos los días están en alerta los brigadistas y los costos del combate de incendio son muy elevados, pero hasta que finalice la temporada se podrá calcular la inversión global.- Joaquín Chan Caamal
Héctor Ruiz Barranco, de la Seduma, habla del difícil combate a los incendios este mes de abril
Sólo especialistas
En cada frente de fuego van brigadistas especializados, con conocimientos de estrategias para frenar el "tsunami de fuego".
Para apoyar
Las personas que no tienen entrenamiento sólo ayudan en el acarreo de agua o cuidando las mangueras, para que los incendios no sean un problema de seguridad.
Factor de riesgo
Los brigadistas saben cómo utilizar el viento a su favor. El viento es uno de los más peligrosos durante los incendios y los más difíciles de controlar: cuando está fuerte aparecen incendios y se avivan las llamas.
Todo es propicio
En estos momentos están juntos los elementos que propician los incendios: no hay lluvia, la vegetación está seca, hay mucho viento, la temperatura ambiente es alta, está en su apogeo la sequía, la gente hace quemas clandestinas, tira botellas y colillas de cigarro o cerillos encendidos entre la maleza.
Sugerencia
Piden las autoridades que no se queme ahora que es mes de incendios