Se agotó la paciencia

01 junio 2011
Noticias de Yucatán

(ciudadanos, desatención, plantón, afectación ciudadana, protesta)

1 junio 2011
Los pasos peatonales y los topes no son confiables, afirman
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Molestos por los constantes accidentes de tránsito, el último anteayer, vecinos de la colonia Lázaro Cárdenas cerraron la calle 57-A con 10 para exigir a las autoridades la instalación de topes de concreto para obligar a los conductores a reducir su velocidad.

Para bloquear esa vía, los habitantes atravesaron sogas y con pancartas solicitaban esos reductores viales.

"Ya estamos cansados, no queremos más accidentes y lo peor es que ni siquiera respetan a los peatones, todos los conductores manejan como locos y los peores son los del transporte público", manifestó una de las vecinas.

Los inconformes alegan que sobre esas calles han ocurrido muchos accidentes, al grado que los vehículos terminan incrustados en las fachadas de las casas, e incluso han muerto dos personas. El más reciente choque se registró anteayer.

Según indican, han hecho solicitudes a la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) y al Ayuntamiento para que se instalen topes, hasta ahora sin respuesta.

Tras el cierre de la calle 57-A, llegaron tres patrullas de la SSP al mando del comandante Renán Medina, quien luego de escuchar las peticiones les dijo que "los pasos peatonales y los topes no son confiables, que ahora ya son un problema para la misma policía, pues cuando los conductores están ebrios no los distinguen y ocasionan más accidentes".

Las manifestantes advirtieron a las autoridades policíacas que no quieren boyas sobre esa calle conflictiva sino topes de concreto que sean debidamente señalados.

"Las boyas no nos interesan porque rápido se desprenden y de nuevo surgiría el problema", expresaron.

Los vecinos, en su mayoría mujeres y niños, no se retiraron del lugar. Poco antes del mediodía llegó al lugar el titular de la Delegación Oriente de la SSP, el comandante Miguel Ángel Castillo Chan, quien tras dialogar con las mujeres se comprometió a solucionar el problema vial.

Sin embargo, la palabra del comandante no bastó para los vecinos, pues le hicieron firmar un escrito que redactaron para que terminara con los trabajos en una semana, de lo contrario cerrarían de nuevo las calles
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