Son pocos los que no saben en Yucatán qué es el juego de "la bolita", una actividad ya antigua.
Los orígenes
El juego llegó a Yucatán en las décadas de los 50 y 60, importado de Cuba por siriolibaneses. En sus primeros años sólo había uno o dos grandes "banqueros", cifra que subió a unos 15 en Mérida en los últimos años.
Secreto a voces
Es un secreto a voces quiénes son las cabezas de "la bolita", es decir los llamados "banqueros".
Yucatecos vinculados al juego informan que los "bancos" más fuertes son operados por Jorge Sosa Chacón, alias "El Huiro Sosa", Yudy Azar y Juan Carlos Xacur Gamboa, quien ocupó el lugar de su fallecido hermano Nicolás.
Alrededor de "la bolita" se han construido fortunas y cientos de personas se ganan la vida gracias a esta organización, que cuenta con varias oficinas y centros de captura diseminados por todos los rincones de Mérida. Algunos son auténticos búnkers, como uno que se ubica en la colonia Itziminá.
Un reporte de Gobernación llegó a calcular que en Yucatán había más de 6,500 promotores del juego, y de cada uno de ellos dependían cinco personas, lo que involucraba a más de 32,000 yucatecos en esas actividades.
Antes de que la piratería y el narcomenudeo tomaran auge, se le consideraba como la columna vertebral de la economía subterrránea.
Los enfrentamientos entre grandes "banqueros" y la falta de acuerdos con las autoridades han dado origen a detenciones, como la de Sosa Chacón en abril. El año pasado corrió la misma suerte su hijo, Jorge Sosa Pat, también involucrado en el juego.
En líos
Uno de los conflictos entre los altos mandos se debió a que un "banco" empezó a dar más comisión a sus apuntadores en relación con los otros que operan en Mérida. Los apuntadores reciben entre el 15 y el 25% del total de las jugadas.
Otras versiones indican que su origen estuvo en el pago de sobornos.
En los conflictos internos entre "banqueros" y boliteros no faltan las amenazas de muerte, advertencias de secuestros, de ataques a la integridad física de las familias de determinado grupo y el envío de emisarios para vigilar los movimientos de disidentes o grupos contrarios, asegura uno de nuestros entrevistados, quien conoce la operación del juego y participó en él durante varios años.
Acuerdos
Los grandes "bancos" locales toman acuerdos ocasionalmente o "venden la plaza", como ocurrió hace algunos años con Campeche, que pasó del control de un "banquero" yucateco a otr
o