Noticias de Yucatán
(abuso, injusticia)
(abuso, injusticia)
No se comprobó que había menores en una discoteca
Publicada: 21 diciembre 2011
Publicada: 21 diciembre 2011
Nuevo revés a la SSP y la Fiscalía General: el encargado de una discoteca fue liberado porque no hay pruebas para juzgarlo, como denunciaron esas dependencias.
En ese sentido resolvió el Juzgado 2o. Penal la consignación que se hizo de Mario Armando Mazún Morales, detenido la semana pasada porque supuestamente en el establecimiento había menores consumiendo bebidas alcohólicas.
Los menores no fueron identificados plenamente, tampoco declararon ante el Ministerio Público y mucho menos hubo constancia de que hayan consumido alcohol.
Tampoco hubo pruebas de que Mazún Morales haya permitido la entrada de los menores y haya ordenado que les vendan alcohol, en su caso.
"Yo estaba en mi despacho cuando me informaron que había policías revisando, fui a ver de qué se trataba y me detuvieron", expresó el acusado, cuando declaró en fase preparatoria la semana pasada en ese juzgado.
Es la misma versión que dio en la Fiscalía General que, a pesar de la ausencia de pruebas, consignó el caso como corrupción de menores, delito que no permitió la libertad bajo fianza del acusado.
Al vencer el plazo de 134 horas para resolver la situación jurídica de Mazún Morales, ese juzgado consideró que no hay pruebas para juzgarlo y ordenó su liberación. Se espera, como siempre ocurre, que la Fiscalía insista en que es culpable y el caso se turne al Tribunal Superior de Justicia para su revisión.
En este caso surgió la versión de la venganza de un "influyente" que discutió con el inculpado, lo que hizo que se movilizara la policía preventiva y la Fiscalía General, pero sin éxito total, ya que Mazún Morales estuvo preso más de una semana.
En ese sentido resolvió el Juzgado 2o. Penal la consignación que se hizo de Mario Armando Mazún Morales, detenido la semana pasada porque supuestamente en el establecimiento había menores consumiendo bebidas alcohólicas.
Los menores no fueron identificados plenamente, tampoco declararon ante el Ministerio Público y mucho menos hubo constancia de que hayan consumido alcohol.
Tampoco hubo pruebas de que Mazún Morales haya permitido la entrada de los menores y haya ordenado que les vendan alcohol, en su caso.
"Yo estaba en mi despacho cuando me informaron que había policías revisando, fui a ver de qué se trataba y me detuvieron", expresó el acusado, cuando declaró en fase preparatoria la semana pasada en ese juzgado.
Es la misma versión que dio en la Fiscalía General que, a pesar de la ausencia de pruebas, consignó el caso como corrupción de menores, delito que no permitió la libertad bajo fianza del acusado.
Al vencer el plazo de 134 horas para resolver la situación jurídica de Mazún Morales, ese juzgado consideró que no hay pruebas para juzgarlo y ordenó su liberación. Se espera, como siempre ocurre, que la Fiscalía insista en que es culpable y el caso se turne al Tribunal Superior de Justicia para su revisión.
En este caso surgió la versión de la venganza de un "influyente" que discutió con el inculpado, lo que hizo que se movilizara la policía preventiva y la Fiscalía General, pero sin éxito total, ya que Mazún Morales estuvo preso más de una semana.
