Noticias de Yucatán
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Los albergues no registrados, una potencialfuente de problemas
En Yucatán, como en el resto del país, hay casos de albergues infantiles no registrados ante las autoridades correspondientes y en esas condiciones se convierten en una ventana abierta a posibles abusos contra los niños que viven en ellos debido a que no se les puede vigilar ni supervisar adecuadamente.
De acuerdo con un reportaje de la agencia Periódicos Asociados en Red, a la que pertenece el Diario, hay dos tipos de albergues infantiles: los que tienen registro y los que operan sin que nadie sepa de ellos. Estos últimos son los que presentan problemas.
Ya se investigan por lo menos dos casos en Yucatán
María Gabriela González Prieto, directora del DIF Mérida, informa que actualmente investigan dos lugares donde, según reportes, entran y salen a toda hora niños pequeños, lo que ha motivado inquietudes ciudadanas.
En el ámbito nacional, la situación es similar. No se cuenta con una política de supervisión estandarizada ni con normas uniformes. Estas instituciones, sobre todo las privadas, operan como pueden, con los recursos que consiguen. Por eso ocurren casos como el de Michoacán.
En Yucatán cualquiera puede abrir un albergue infantil. No hay requerimientos mínimos para constituirlo y ponerlo a funcionar, por lo que con seguridad operan algunos sin que las autoridades sepan de su existencia y que por esta misma razón no pasan por ningún tipo de control.
Como nadie sabe a ciencia cierta de su existencia, no hay un organismo que los certifique o que garantice que cumplen lineamientos mínimos para dar servicios de asistencia social. Funcionan en tal precariedad que carecen de personal capacitado, instalaciones dignas y medidas adecuadas de higiene y alimentación. Y no se puede ni pensar que puedan ser capaces de proporcionar vestido, atención médica y psicológica, educación, esparcimiento, actividades culturales, etc., esto es, las condiciones de una vida digna para los niños.
“Esta situación es un peligro”, insiste la funcionaria. “Yo no dudo en lo absoluto de que existan centros de asistencia que funcionan con la única intención de lucrar con la necesidad de la gente, aprovechando que nadie las vigila ni fiscaliza”.
“Cuando alguien llama o presenta una denuncia, vigilamos las 24 horas, documentamos el caso y lo reportamos a la Procuraduría para la Atención del Menor y la Familia. Por ejemplo, actualmente estamos investigando dos lugares donde, según reportes, entran y salen a toda hora niños pequeños”.
Albergues del lado oscuro
Falta de leyes propician el abuso infantil
La licenciada María Gabriela González Prieto, directora del DIF Mérida, agrega que no existe una regulación, una norma oficial para abrir un albergue infantil, como sí la tienen los Cendis y las estancias infantiles, cuyo funcionamiento está reglamentado por estrictas disposiciones. “Los albergues de rehabilitación, por ejemplo, cada dos años son certificados para que puedan seguir funcionando”, señala.
Este vacío legal -los albergues clandestinos no aparecen en ningún registro oficial- abre la puerta a los abusos, permite el lucro, la improvisación y pone en riesgo a miles de menores vulnerables, que podrían ser explotados o ser víctimas de abusos.
Denuncia
Y por lo mismo con seguridad se están cometiendo abusos que nadie reporta, maltratos que pasan inadvertidos, hay niños yucatecos atrapados en situaciones de explotación laboral y sexual.
No hay recursos ni personal para localizar estos albergues, admite la funcionaria.
Capacitación
El doctor Límber Sosa Lara, director del DIF estatal, comenta que están trabajando con otras instituciones del Estado en la elaboración de un proyecto de reglamento que establezca normas para la apertura y operación de los centros asistenciales, el cual se presentará en breve. La iniciativa -como pidió Unicef por el caso de Mamá Rosa- busca crear un nuevo orden jurídico y de vanguardia para la protección de la infancia.
Además, existe la intención de levantar un censo para conocer con precisión cuántos centros asistenciales hay, de qué tipo son y en qué condiciones están funcionando.- Mario S. Durán Yabur
Amor y Vida | Modelo
Amor y Vida es el mejor ejemplo de lo que debe ser un albergue infantil.
Trayectoria
Fue fundado en 1986 por las señoras Katinka Vales de Kelleher y Lucy Barragán de Tenreiro.
Misión
Su objetivo es ofrecer a los niños, en edades de preescolar y primaria, un ambiente sano, donde se sientan valorados, respetados, aceptados, amados.
Atención
Los niños están divididos en grupos según sexo y edad. Cada grupo es atendido por una niñera.
Limpieza
Funciona en una amplia casa de dos pisos donde reinan la limpieza y el orden.
Ingresos
El albergue proporciona a los niños todo lo que requieren -vestido, educación, recreación- y subsiste gracias a los donativos.