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José Enrique Goff Ailloud
De 41 años, con una maestría en Derechos Humanos y otra en Mercadotecnia, José Enrique Goff Ailloud ha sido nombrado cuarto presidente de la Codhey, un organismo colocado hoy en el centro del debate.
Viernes, 10 de julio de 2015 - Edición impresa
Por Hernán Casares Cámara
Organizaciones de la sociedad civil califican el trabajo de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Yucatán (Codhey) en los últimos años como plegado al poder y carente de eficacia.
Pero José Enrique Goff Ailloud, quien antes de ser presidente de la Comisión fue su secretario ejecutivo 9 años, rechaza esas críticas, “es cuestión de enfoques” , dice, y adelanta: “mi tarea será para mejorar, no para cambiar”.
Mucha gente critica a la Codhey porque carece de facultades para sancionar y no tiene “dientes” para castigar, lo que le resta eficacia. ¿Cree que esto debe cambiar?
No estoy de acuerdo. En materia de derechos humanos hay dos sistemas de protección: el jurisdiccional y el no jurisdiccional. Con las recientes reformas constitucionales en la materia, los derechos humanos ya se judicializaron: ahora, los jueces tiene que usar la perspectiva de los derechos humanos en sus juicios y ésta es exigible en sus sanciones. Se trata de ámbitos de cooperación diferentes, pero que pueden ir simultáneamente. Los organismos públicos de derechos humanos realizan una excelente labor.
Pero para acudir al ámbito jurisdiccional, es decir, para ir directo con el juez, el agraviado debe interponer una demanda y para eso necesita un abogado. ¿Qué pasa si no tengo dinero para contratarlo?
Están los defensores de oficio y si éstos no responden, el agraviado puede pedir la intervención de la Codhey para obligarlos a actuar.
Las defensorías de oficio, lo sabemos, no tienen recursos suficientes. Precisamente por esto y por la creencia de que las comisiones de derechos humanos en el país no tienen “dientes”, investigadores del Centro de Investigación y Docencia Económica (CIDE), de la ciudad de México, proponen desaparecerlas y fundirlas con las defensorías de oficio en un solo organismo público independiente, con suficientes recursos, para mejorar la defensa jurídica de los ciudadanos. ¿Conoce esa propuesta?
No, pero creo que hacerlo sería un retroceso. Los ciudadanos han peleado por el respeto a sus derechos y pienso que el garante debe ser un organismo autónomo, independiente del poder, porque el mismo Poder Judicial podría violar los derechos humanos. Al incluir ese nuevo órgano dentro de ese poder, ya sería juez y parte…
Con relación al desempeño de la Comisión, el grupo Indignación entregó un informe al Congreso donde muestra la falta de capacidad y pericia de sus funcionarios. ¿Ha leído ese informe?
No…, no lo conozco.
Entre otras cosas, habla de negligencia, dilación y de actitudes complacientes y cómplices con el poder. También analiza las casi 80 recomendaciones emitidas por la Codhey en los últimos tres años, y denuncia la impericia de los funcionarios que las aprobaron. ¿Cómo refuta esas acusaciones?
Es una cuestión de enfoque. El tema de los derechos humanos es transversal hacia todas la disciplinas y creo que en esto nadie tiene la verdad absoluta. La propia complejidad de los derechos humanos hace que los criterios puedan ser diferentes, y no por eso erróneos.
Diario de Yucatán publicó la denuncia de un joven de Mocochá contra el alcalde de ese lugar, Hébert Cruz Barquet, a quien acusó de apropiarse de los derechos de un vídeo sobre los henequeneros, de su autoría, y de un apoyo económico que recibió del gobierno federal. El afectado se quejó en la Codhey y ésta emitió una resolución contra el funcionario, el 31 de agosto de 2012, ¡el último día de su administración! ¿No es esto negligencia?
Hay que tomar en cuenta que la Ley de Servidores Públicos establece que los funcionarios siguen teniendo responsabilidad, hasta dos años después de dejar el cargo y en ese lapso se le puede seguir un procedimiento.
En este caso pasaron esos dos años y nada ocurrió. El problema se resolvió cuando intervino la PGR.
Ante esto solo queda el exhibimiento público y esto se hace en el informe anual de la Codhey, donde se presenta a los funcionarios incumplidos.
En efecto, la Comisión publica esas resoluciones en su Informe y en su página de internet, pero ¿cuánta gente los lee? Por eso aparece otra vez el tema de la falta de “dientes”…
Las recientes reformas a la ley establecen que los servidores públicos que sistemáticamente no acepten las recomendaciones puedan ser citados por el Congreso.
¿Se ha dado algún caso?
No, porque se han estado aceptando las recomendaciones…
¿Conoce alguna autoridad que se muera de miedo cuando recibe una recomendación de la Codhey?
Eso habría que preguntárselo a ellas, pero desde mi punto de vista, a ninguna autoridad le gusta ser investigado por un organismo público de derechos humanos.
Para esta falta de “dientes”, el primer presidente de la Comisión Nacional del Derechos Humanos, Jorge Carpizo MacGrégor, que había sido rector de la UNAM y ministro de la Suprema Corte, emitió recomendaciones y logró su cumplimiento gracias, según algunos, a su calidad moral. ¿Usted considera tener calidad moral para impulsar la Codhey?
Considero que sí. Tengo la preparación académica y la experiencia profesional y, desde luego, daré lo mejor de mí. Los ciudadanos dirán si cumplí.
Con motivo del reciente aniversario de la agresión el 4 de julio en el “paso deprimido”, algunos afectados dijeron que sus denuncias en la Codhey de nada sirvieron…
Este fue un caso muy complejo. 47 personas presentaron su queja y todas se acumularon en un solo expediente. Desde luego, fue una violación grave a los derechos humanos. Para hacer nuestra investigación entrevistamos a todos los denunciantes, muchos de los cuales nos refirieron a otros testigos, a los que también entrevistamos, y que acreditaron nuevos hechos violatorios. Esto hizo que el expediente se fuera alargando, pero al final logramos una resolución sólida a favor de los ciudadanos.
Emitimos una recomendación dirigida a la Secretaría de Protección y Vialidad y al Ayuntamiento de Mérida, a quienes señalamos su omisión para no garantizar la integridad física de quienes se encontraban en ese lugar ejerciendo su derecho a la protesta y pedimos también garantías para que no se repitan ese tipo de agresiones, así como la investigación de los hechos y la sanción a los responsables.
Pero no se sancionó a nadie, no pasó nada, por esto tal vez tengan razón quienes dicen que la Comisión no funciona…
Yo creo que sí pasó algo, porque las autoridades, luego de ese suceso, tomaron conciencia de la importancia de respetar los derechos de los ciudadanos. Difícilmente, creo, se volverá a repetir un hecho así en Yucatán. (Continuará).
“Dificilmente, creo, se volverá a repetir en Yucatán una agresión como la del paso deprimido”.
Derechos Humanos Debate
Algunos conceptos expresados por el nuevo presidente de la Codhey, en la entrevista con el Diario.
Sistemas
En materia de derechos humanos hay dos sistemas de protección: el jurisdiccional y el no jurisdiccional. Ambos pueden ir simultáneamente.
Cuestión de enfoque
Las críticas a la labor de la Comisión son una cuestión de enfoque. En este tema nadie tiene la verdad absoluta.
Lección
Sí sirvió de algo denunciar la agresión en el “paso deprimido”. Difícilmente, creo, se volverá a repetir un hecho así en Yucatán.