Noticias de Yucatán
Miércoles, 22 de julio de 2015
Un esbozo arquitectónico de Vía Montejo, complejo que tendrá siete edificios de oficinas corporativas con una capacidad de 70,000 m2
La empresa regiomontana U-Calli construirá siete edificios de oficinas corporativas con una capacidad total de 70,000 metros cuadrados, en Vía Montejo, mediante una inversión de $1,750 millones, confirma el director de la compañía, Antonio Elosúa González.
Cada edificio tendrá 10,000 metros cuadrados de superficie, distribuidos en doce pisos, más 400 cajones de estacionamiento.
La construcción del primer edificio comenzó el 16 de julio y deberá concluir en enero de 2017. “Conforme terminemos el primero, haremos el segundo y luego el tercero y así, en un lapso de diez años”, dice.
Este primer edificio “está prácticamente colocado”, explica Elosúa González, en la tercera parte de la entrevista que concedió al Diario la semana pasada. “Tenemos seguro todo el dinero para empezar la obra y terminarlo a tiempo”.
Según el directivo, el potencial de oficinas corporativas en Mérida es muy alto. La oferta actual es de 30,000 metros cuadrados, “una cifra insuficiente, y le doy algunos datos: la ciudad de México, por ejemplo, tiene siete millones de metros cuadrados de oficinas, pero en este momento se construyen 1.6 millones más y tan solo en el primer semestre de este año se rentaron 56,000 metros cuadrados”.
Oferta
“En Monterrey, el inventario de oficinas es de un millón de metros, ahorita se levantan 222,000 metros y en el primer semestre se rentaron 14,000. Viendo estos números, ¿dígame si Mérida tiene o no oficinas?”
Muchas de éstas, agrega, son oficinas en casas habilitadas, no sólo incómodas e inadecuadas, sino en franca oposición al Plan de Desarrollo Urbano del Municipio, que prohíbe la instalación de oficinas en zonas habitacionales, porque invaden las aceras, saturan las áreas de estacionamiento, generan basura…
¿En qué términos está la sociedad de U-Calli con Inmobilia?
Desde hace años formamos una empresa, Desarrollo Altabrisa, con Roberto Kelleher, Emilio Díaz Castellanos y el señor Millet (Oswaldo Millet Palomeque), para construir las Country Towers. Esta misma sociedad es la que participa con Inmobilia en las torres de oficinas en Vía Montejo.
Nosotros traemos el expertise de oficinas, que Inmobilia no tiene. Por ejemplo, en Monterrey hicimos un parque de oficinas con trece edificios de 10,000 metros cuadrados cada uno, que se ha convertido en un centro financiero importante. Además, tenemos muchos años en este negocio y poseemos más de 80,000 metros cuadrados de oficinas en propiedad y administración.
En el caso de Vía Montejo, participamos con capital propio, igual que Inmobilia, que también aporta los terrenos.
¿Cuál fue el precio que pagaron por ellos?
En Vía Montejo no compramos. Ese predio es de Inmobilia.
¿Cómo se financia el proyecto?
Por un fondo de capital manejado por Inmobilia. El primer edificio lo estamos haciendo con inversionistas de Mérida, Monterrey y otras ciudades, donde hay mucho interés por traer inversión a Yucatán.
¿Qué rendimientos ofrece ese fondo?
Este es un tema muy interesante. Le puedo decir que estamos pensando en generar utilidades del 10 al 12 por ciento anual más la inflación. Si lo comparamos a los Cetes, son rendimientos seis veces más altos.
¿Quiénes son los socios de U-Calli?
La empresa la fundó mi padre, Antonio Elosúa Muguerza, hace 40 años. Los inversionistas son personas físicas, allegadas a la familia. Continuará.— HERNÁN CASARES CÁMARA
De un vistazo
Alternativa
En Mérida son comunes las oficinas ubicadas en casas en las zonas habitacionales, no obstante que invaden las aceras, saturan las áreas de estacionamiento y generan basura. Para evitarlo, U- Calli ofrecerá a esas oficinas informales, un lugar igual o más barato, pero mucho mejor.
Cuestión cultural
Para que esto suceda, dice Antonio Elosúa González, director de la empresa, es necesario un cambio cultural, de mentalidad, en Mérida. Esto ya pasó en Monterrey, Distrito Federal y Guadalajara. “Yo ya vi esa película”.
Escéptico
Al principio, la gente en Monterrey batalló para irse a los departamentos. “Yo mismo fui escéptico. Nunca saldré de mi casa, decía, pero ahora, con mis hijos casados, me he quedado solo con mi esposa y estamos pensando en cambiarnos. Mis hijos viven encantados en departamentos. Se trata de un problema generacional, cultural, que se va a ir dando, conforme se tengan las opciones”.
