Noticias de Yucatán
Sustituir a los semáforos por las señales directas de un policía conlleva sus riesgos si no se toman otras medidas de seguridad: ayer por la mañana estuvo a punto de ocurrir un choque cuando un automovilista tenía luz verde y un agente le marcaba “alto” con las manos.
El automóvil blanco, con placas de Jalisco, pasaba a regular velocidad sobre la avenida Canek con calle 90, en el cruzamiento con las rieles del ferrocarril.
Durante varios minutos, sin que hubiera ningún motivo a la vista para sustituir a los semáforos, un agente controlaba el paso de los automotores. La medida causó la inconformidad de varios guiadores, porque el “paso” no era proporcional y de acuerdo con el semáforo.
En un momento dado, el guiador del automóvil seguía su camino sin percatarse del policía que con las manos, sin ningún otro dispositivo visible, indicaba “alto”.
El agente hizo movimientos desesperados cuando vio que el guiador no se detenía y otra fila había comenzado a pasar en el cruzamiento. Como el policía estaba en plena confluencia, pudo ser atropellado.
Un frenón y algunas palabras altisonantes terminaron con el incidente registrado cerca de las 11 horas. Guiadores reprobaban la sustitución de los semáforos sin más advertencias que el policía.
Sustituir a los semáforos por las señales directas de un policía conlleva sus riesgos si no se toman otras medidas de seguridad: ayer por la mañana estuvo a punto de ocurrir un choque cuando un automovilista tenía luz verde y un agente le marcaba “alto” con las manos.
El automóvil blanco, con placas de Jalisco, pasaba a regular velocidad sobre la avenida Canek con calle 90, en el cruzamiento con las rieles del ferrocarril.
Durante varios minutos, sin que hubiera ningún motivo a la vista para sustituir a los semáforos, un agente controlaba el paso de los automotores. La medida causó la inconformidad de varios guiadores, porque el “paso” no era proporcional y de acuerdo con el semáforo.
En un momento dado, el guiador del automóvil seguía su camino sin percatarse del policía que con las manos, sin ningún otro dispositivo visible, indicaba “alto”.
El agente hizo movimientos desesperados cuando vio que el guiador no se detenía y otra fila había comenzado a pasar en el cruzamiento. Como el policía estaba en plena confluencia, pudo ser atropellado.
Un frenón y algunas palabras altisonantes terminaron con el incidente registrado cerca de las 11 horas. Guiadores reprobaban la sustitución de los semáforos sin más advertencias que el policía.
