Noticias de Yucatán
Pobladores mayas de la comisaría meridana de Chablekal continúan su lucha por el reconocimiento de sus derechos a la tierra y el territorio.
Ayer estuvieron de nuevo en el Tribunal Unitario Agrario para participar en una audiencia relacionada con ese caso, y previo a ello hicieron un plantón con carteles donde expusieron sus demandas.
En forma general, esos vecinos plantean que casi todo el suelo de ese poblado del norte de la ciudad pasó a unas cuantas manos privadas debido a decisiones unilaterales de los ejidatarios, quienes ya vendieron la mayoría de las tierras de la zona.
Consideran indebido que unos 300 integrantes del ejido tomen decisiones que afectan a los más de 4,000 pobladores mayas de esa comunidad.
Si bien los inconformes no son ejidatarios, sostienen que en su carácter de vecinos e integrantes de la etnia maya son sujetos de derechos agrarios, al igual que los integrantes del ejido y los comuneros. Apelan a normas estatales, la Constitución mexicana y leyes internacionales para que se les reconozcan sus garantías, entre las que están la tierra y el territorio.
Su objetivo, indicaron, es que Chablekal conserve la poca tierra que todavía no es privada. Con ello mantendrán también las reservas vegetales y animales de esa región del municipio, y protegerán los vestigios arqueológicos que hay en esas extensiones. Todo ello, señalan, es parte de su cultura.
Esos vecinos comenzaron su lucha legal hace poco más de un año. Para ello formaron la Unión de Pobladoras y Pobladores de Chablekal, y por medio de esta entablaron una controversia agraria.
Ayer fueron citados a las 13 horas para una audiencia pública en el Tribunal Unitario Agrario, ubicado en el fraccionamiento Señorial, en el cruce de la entrada principal de ese lugar con la calle 60, cerca del consulado de Estado Unidos.
Mientras aguardaban la llegada de la hora, se apostaron en esa calle con sus carteles. Después, en forma ordenada entraron al edificio, y se pusieron en fila para dejar en una libreta sus nombres y otros datos más, requisito que les pidió para que se les permitiera estar en la audiencia. Al reportero del Diario que acudió a cubrir esa “audiencia pública” se le advirtió que no podría ingresar a tomar fotos ni a filmar. La audiencia fue suspendida.— Megamedia
Pobladores mayas de la comisaría meridana de Chablekal continúan su lucha por el reconocimiento de sus derechos a la tierra y el territorio.
Ayer estuvieron de nuevo en el Tribunal Unitario Agrario para participar en una audiencia relacionada con ese caso, y previo a ello hicieron un plantón con carteles donde expusieron sus demandas.
En forma general, esos vecinos plantean que casi todo el suelo de ese poblado del norte de la ciudad pasó a unas cuantas manos privadas debido a decisiones unilaterales de los ejidatarios, quienes ya vendieron la mayoría de las tierras de la zona.
Consideran indebido que unos 300 integrantes del ejido tomen decisiones que afectan a los más de 4,000 pobladores mayas de esa comunidad.
Si bien los inconformes no son ejidatarios, sostienen que en su carácter de vecinos e integrantes de la etnia maya son sujetos de derechos agrarios, al igual que los integrantes del ejido y los comuneros. Apelan a normas estatales, la Constitución mexicana y leyes internacionales para que se les reconozcan sus garantías, entre las que están la tierra y el territorio.
Su objetivo, indicaron, es que Chablekal conserve la poca tierra que todavía no es privada. Con ello mantendrán también las reservas vegetales y animales de esa región del municipio, y protegerán los vestigios arqueológicos que hay en esas extensiones. Todo ello, señalan, es parte de su cultura.
Esos vecinos comenzaron su lucha legal hace poco más de un año. Para ello formaron la Unión de Pobladoras y Pobladores de Chablekal, y por medio de esta entablaron una controversia agraria.
Ayer fueron citados a las 13 horas para una audiencia pública en el Tribunal Unitario Agrario, ubicado en el fraccionamiento Señorial, en el cruce de la entrada principal de ese lugar con la calle 60, cerca del consulado de Estado Unidos.
Mientras aguardaban la llegada de la hora, se apostaron en esa calle con sus carteles. Después, en forma ordenada entraron al edificio, y se pusieron en fila para dejar en una libreta sus nombres y otros datos más, requisito que les pidió para que se les permitiera estar en la audiencia. Al reportero del Diario que acudió a cubrir esa “audiencia pública” se le advirtió que no podría ingresar a tomar fotos ni a filmar. La audiencia fue suspendida.— Megamedia