Noticias de Yucatán
Un enorme álamo con más de 50 años de vida se desplomó ayer al mediodía sobre una camioneta Suburbán de modelo antiguo, que estaba estacionada en la esquina de la calle 71 con 30 de Montes de Amé, en el norte de Mérida.
Las enormes ramas rompieron y atravesaron el panorámico y el tronco aplastó el techo del vehículo.
La camioneta Suburbán placas YZN-82-89 estaba estacionada en la esquina, pero como estaba en venta, los dueños, que viven a una cuantas casas de ese lugar, la dejaban ahí por la gran afluencia vehicular.
Bomberos de la unidad 827 de la estación número 7 realizaron las labores para cortar el árbol y retirarlo de encima del vehículo.
Durante las labores se encontró que todo el centro del álamo estaba podrido y una parte del tronco estaba quemada, lo que habría ocasionado su caída.
Un grupo de vecinos se acercó e indicó que meses atrás habían solicitado al Ayuntamiento que lo cortaran, ya que estaba muerto y representaba un peligro, pero nunca les respondieron.
Incluso entre los mismos vecinos le amarraron alambres al árbol para que no se cayera. Los tragahumos retiraron esos alambres cuando cortaban el álamo.
La camioneta fue pérdida total y no estaba asegurada; los vecinos sugirieron al dueño del vehículo que demandara al Ayuntamiento por los daños a su propiedad, ya que la autoridad hizo caso omiso a la solicitud de los vecinos.
Un enorme álamo con más de 50 años de vida se desplomó ayer al mediodía sobre una camioneta Suburbán de modelo antiguo, que estaba estacionada en la esquina de la calle 71 con 30 de Montes de Amé, en el norte de Mérida.
Las enormes ramas rompieron y atravesaron el panorámico y el tronco aplastó el techo del vehículo.
La camioneta Suburbán placas YZN-82-89 estaba estacionada en la esquina, pero como estaba en venta, los dueños, que viven a una cuantas casas de ese lugar, la dejaban ahí por la gran afluencia vehicular.
Bomberos de la unidad 827 de la estación número 7 realizaron las labores para cortar el árbol y retirarlo de encima del vehículo.
Durante las labores se encontró que todo el centro del álamo estaba podrido y una parte del tronco estaba quemada, lo que habría ocasionado su caída.
Un grupo de vecinos se acercó e indicó que meses atrás habían solicitado al Ayuntamiento que lo cortaran, ya que estaba muerto y representaba un peligro, pero nunca les respondieron.
Incluso entre los mismos vecinos le amarraron alambres al árbol para que no se cayera. Los tragahumos retiraron esos alambres cuando cortaban el álamo.
La camioneta fue pérdida total y no estaba asegurada; los vecinos sugirieron al dueño del vehículo que demandara al Ayuntamiento por los daños a su propiedad, ya que la autoridad hizo caso omiso a la solicitud de los vecinos.