SANTIAGO, Chile.- El director técnico de la selección chilena, Jorge Sampaoli, dijo que no quiere trabajar ni seguir viviendo en el país andino, ya que después de filtrarse información sobre su contrato se le expuso como un "un personaje aprovechador y movido sólo por el interés del dinero", y que el presidente del futbol local lo mantiene como un rehén.
Sampaoli formuló las declaraciones después de que el presidente de la Asociación Nacional del Fútbol Profesional (ANFP), Arturo Salah, anunció el viernes que el argentino seguía siendo el técnico de la selección local porque debe cumplir el contrato que así lo estipula.
"Me extrañó su postura (de Salah) de tenerme como rehén, contra mi voluntad", declaró el técnico.
El estratega argentino, quien dirige a la selección chilena desde diciembre de 2012, quiere dejar la "Roja", pero la ANFP le exige cumplir el contrato que estipula que si se va ahora debe pagar una cláusula de salida de seis millones de dólares.
"Estoy francamente decepcionado y en estas condiciones no puedo seguir dirigiendo, cuando la mente la tengo puesta en otro lugar", agregó.
Andrés Fazio, segundo vicepresidente de la ANFP, dijo a radio Cooperativa que lo de rehén "es un calificativo personal que él tiene todo el derecho a sentirlo, pero de nuestra parte sólo puedo decir que lo más lejano a nuestra disposición ha sido mantener a alguien de rehén".
Tras la partida de Jadue, desde la ANFP se filtró el contrato confidencial de Sampaoli y en él se establecía que sus premios debían ser depositados en el extranjero, aunque la mayoría de la prensa local habló de un paraíso fiscal, por los que la ANFP debió pagar 500 mil dólares en impuestos en Chile. En su entrevista del fin de semana el técnico aclaró que los tributos eran a cargo del empleador, según establecía el contrato.
"Se ha afectado mi honra y mi dignidad personal pretendiendo vincularme a todos los actos de corrupción del directorio anterior y de aprovechar esos momentos para sacar ventajas económicas. Eso es increíble e inaceptable", señaló Sampaoli.
Contó que tras la huida de Jadue de Chile, "tuve que ir a declarar a Impuestos Internos sobre este episodio", que fiscalizadores revisaron su contrato y que "también concurrieron inspectores del trabajo a revisar Juan Pinto Durán (la sede de entrenamiento de la "Roja") como si fuera un delincuente".
Dijo que recibió "llamados de amigos y familiares del extranjero consultándome si estaba mezclado en situaciones turbias o irregulares. No podía creer que me preguntaran eso a mí, el entrenador que más éxitos deportivos ha dado al país. Esto ha sido una locura".
"Se rompió la confidencialidad de mi contrato y se me expuso ante la opinión pública como un personaje aprovechador y movido sólo por el interés del dinero", se quejó.
"Yo no tengo el dinero de (Marcelo) Bielsa (que también dirigió la "Roja") ni de (Eduardo) Berizzo", indicó.
"Sinceramente pensé que Arturo Salah entendería y me dejaría en libertad. Él mismo ha vivido esta experiencia y ha tenido que dejar su proyecto. Por eso me extrañó su postura de tenerme como rehén, contra mi voluntad", dijo un dolido Sampaoli. "El escenario de los últimos meses es suficiente motivo para que se me libere", opinó.
Quizás anticipándose a lo que serán las próximas negociaciones con Salah y su directorio, el técnico dijo que "yo no sería capaz de demandar a la ANFP y espero que ellos hagan lo propio conmigo".
No todo es tan negro para el técnico, ya que el lunes estaba en Suiza en la Gala de la FIFA porque estaba nominado al premio Mejor Entrenador Mundial de Fútbol Masculino, honor que recayó en Luis Enrique. El tercer postulante era Pep Guardiola.
Medios locales señalan que en Ginebra tomará contacto con destacados agentes que le permitirían iniciar negociaciones con clubes europeos.
En imagen, los directivos de quince clubes que disputarán la Copa Libertadores 2016 en el Hotel Radisson, en Montevideo. Los equipos reclaman mayores incentivos económicos por parte de la Conmebol.
Sampaoli formuló las declaraciones después de que el presidente de la Asociación Nacional del Fútbol Profesional (ANFP), Arturo Salah, anunció el viernes que el argentino seguía siendo el técnico de la selección local porque debe cumplir el contrato que así lo estipula.
"Me extrañó su postura (de Salah) de tenerme como rehén, contra mi voluntad", declaró el técnico.
El estratega argentino, quien dirige a la selección chilena desde diciembre de 2012, quiere dejar la "Roja", pero la ANFP le exige cumplir el contrato que estipula que si se va ahora debe pagar una cláusula de salida de seis millones de dólares.
"Estoy francamente decepcionado y en estas condiciones no puedo seguir dirigiendo, cuando la mente la tengo puesta en otro lugar", agregó.
Andrés Fazio, segundo vicepresidente de la ANFP, dijo a radio Cooperativa que lo de rehén "es un calificativo personal que él tiene todo el derecho a sentirlo, pero de nuestra parte sólo puedo decir que lo más lejano a nuestra disposición ha sido mantener a alguien de rehén".
La 'raíz' del problema
Los problemas de Sampaoli empezaron con la salida del anterior presidente del futbol chileno, Sergio Jaude, quien a mediados de noviembre abandonó el país y se entregó a la fiscalía estadounidense, aceptando varios cargos de corrupción, en el marco del escándalo que afecta al futbol mundial. Sampaoli firmó con Jadue el contrato confidencial que establecía un aumento de su premio por ganar la Copa América 2015 y los sueldos anuales para 2016, 2017 y 2018.Tras la partida de Jadue, desde la ANFP se filtró el contrato confidencial de Sampaoli y en él se establecía que sus premios debían ser depositados en el extranjero, aunque la mayoría de la prensa local habló de un paraíso fiscal, por los que la ANFP debió pagar 500 mil dólares en impuestos en Chile. En su entrevista del fin de semana el técnico aclaró que los tributos eran a cargo del empleador, según establecía el contrato.
"Se ha afectado mi honra y mi dignidad personal pretendiendo vincularme a todos los actos de corrupción del directorio anterior y de aprovechar esos momentos para sacar ventajas económicas. Eso es increíble e inaceptable", señaló Sampaoli.
Contó que tras la huida de Jadue de Chile, "tuve que ir a declarar a Impuestos Internos sobre este episodio", que fiscalizadores revisaron su contrato y que "también concurrieron inspectores del trabajo a revisar Juan Pinto Durán (la sede de entrenamiento de la "Roja") como si fuera un delincuente".
Dijo que recibió "llamados de amigos y familiares del extranjero consultándome si estaba mezclado en situaciones turbias o irregulares. No podía creer que me preguntaran eso a mí, el entrenador que más éxitos deportivos ha dado al país. Esto ha sido una locura".
"Se rompió la confidencialidad de mi contrato y se me expuso ante la opinión pública como un personaje aprovechador y movido sólo por el interés del dinero", se quejó.
"Yo no tengo el dinero de (Marcelo) Bielsa (que también dirigió la "Roja") ni de (Eduardo) Berizzo", indicó.
Buscará irse del país
Declaró que "en este ambiente ya no quiero trabajar ni vivir en el país. Nunca imaginé que en tan poco tiempo se iba a destruir la imagen de un ídolo que tanto le dio al futbol chileno. Estoy francamente decepcionado y en estas condiciones no puedo seguir dirigiendo cuando la mente la tengo puesta en otro lugar", advirtió."Sinceramente pensé que Arturo Salah entendería y me dejaría en libertad. Él mismo ha vivido esta experiencia y ha tenido que dejar su proyecto. Por eso me extrañó su postura de tenerme como rehén, contra mi voluntad", dijo un dolido Sampaoli. "El escenario de los últimos meses es suficiente motivo para que se me libere", opinó.
Quizás anticipándose a lo que serán las próximas negociaciones con Salah y su directorio, el técnico dijo que "yo no sería capaz de demandar a la ANFP y espero que ellos hagan lo propio conmigo".
No todo es tan negro para el técnico, ya que el lunes estaba en Suiza en la Gala de la FIFA porque estaba nominado al premio Mejor Entrenador Mundial de Fútbol Masculino, honor que recayó en Luis Enrique. El tercer postulante era Pep Guardiola.
Medios locales señalan que en Ginebra tomará contacto con destacados agentes que le permitirían iniciar negociaciones con clubes europeos.
En imagen, los directivos de quince clubes que disputarán la Copa Libertadores 2016 en el Hotel Radisson, en Montevideo. Los equipos reclaman mayores incentivos económicos por parte de la Conmebol.