Relato real de un enfermo de influenzaEsta mañana se me hizo muy difícil levantarme de cama, sentía muy pesado el cuerpo y cierto tipo de náuseas y mareos pero pensé que todo era resultado del cansancio por el trabajo, las tensiones familiares y todo lo que en este tiempo nos llega a acongojar.
Sin prestarle mucha importancia a mis síntomas físicos procedí a realizar mis actividades laborales cotidianas; sin embargo, cerca del mediodía el mareo ya no me parecía normal y ante las situaciones epidemiológicas que en los últimos meses, más bien años, que se han presentado en nuestro país y estado, decidí realizarme un chequeo en una clínica particular.
De inmediato le informé al médico sobre mis síntomas y afortunadamente me respondió después de un breve chequeo, que podría ser simplemente una infección bacteriana y que no se veían indicios de alguna enfermedad más grave como el dengue, la chinkungunya, y mucho menos zika, puesto que ésta, aun no está presente aún por nuestra zona (sic).
En caso de ser simplemente una infección de garganta el tratamiento no sería tan complicado, pero si se tratara de Influenza, enfermedad que se ha presentado con mayor recurrencia en nuestra localidad con ello si se requerirían de medidas mucho más especiales.
Había que realizar una simple prueba que consistía en la introducción de un largo hisopo de algodón en las fosas nasales, para tomar algunas muestras de la mucosidad y descartar que se tratase de Influenza, Bueno, pues al cabo de unos 30 minutos aproximadamente, ya contaba con el resultado en el cual se indicaba que había sido agraciado con Influenza Tipo A.
Los cuidados decía el doctor además de la lista de medicamentos, es utilizar tapabocas, limpiarse las manos constantemente con gel anti-bacterial y consumir muchos líquidos puesto que la fiebre produce cierto tipo de deshidratación al organismo. Repose unos días, trate de alimentarse bien y siguiendo estas indicaciones pronto saldrá de la enfermedad.
Y los problemas comenzaron al momento de dirigirme a conseguir los medicamentos, puesto que el más importante de ellos, el Tamiflu se encontraba agotado en las principales farmacias a las que me dirigí.
Después de haber recorrido cerca de 5 establecimientos pude hallarlo, sin embargo, me llamó la atención la observación que me hicieron con respecto a mi atención en la clínica particular. Y esto era en el sentido de que el Sector Salud supuestamente había proporcionado de cierta dotación del medicamento Tamiflu a establecimientos de la iniciativa privada y por obligación debieron haber proveído de una dosis inicial.
Bueno, finalmente ya estoy en casa reposando y siguiendo las instrucciones del médico para mi pronta recuperación, sin embargo en este momento me pregunto cómo es que nuestras autoridades manipulan la información sobre el estado que presentan las mencionadas enfermedades, como es posible que no les importe la salud de la comunidad.
Tal vez en los almacenes de hospitales públicos y centros de salud de la localidad tengan en existencia el medicamento como ellos aseguran, sin embargo, es un hecho de que se nos sesga de mucha información y la falta de ésta, pone en alto riesgo nuestra salud.
La escasez del principal medicamento antiviral para combatir esta enfermedad, que si bien no es mortal, sí puede representar un grave problema de salud pública, lo cual debemos recordar sucedió hace unos años.
Alertas sanitarias internacionales, elevado ausentismo laboral, pánico entre la población, etc. Y hoy, que se han presentado otros tipos de virus, lo más seguro es que se unan para acabar con su principal enemigo: el hombre.