El expresidente de Brasil, Lula da Silva, fue detenido la mañana de este 4 de marzo y llevado a declarar por el Caso Petrobras, en el que se le acusa de corrupción y lavado de dinero.
"El expresidente Lula, además de ser líder del partido, fue el responsable último de la decisión sobre quiénes serían los directores de Petrobras, lo que lo convierte en uno de los principales beneficiarios de sobornos", afirmó la policía brasileña en un comunicado.
Este hecho se suma a una serie de acontecimientos que, de acuerdo a analistas, demuestran la crisis que vive la izquierda en América Latina, como la baja popularidad de la presidenta brasileña Dilma Rousseff (por el mismo caso), el rechazo en referéndum a un cuarto mandato presidencial de Evo Morales o las derrotas electorales en Argentina y Venezuela de 2015
A continuación mostramos tres factores que alimentan la crisis que impera en la izquierda de la región.
1. La economía.
"A la izquierda en América Latina le ha faltado profundizar los procesos de transformación [económica] e ir más allá: ampliar los mecanismos de participación popular para desprenderse de esta dependencia de ser países exportadores de materias primas", nos explica Nayar López Castellanos, analista y catedrático de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
En este punto coincide Yadira Gálvez, investigadora de la misma institución, quien añade: "La crisis económica internacional no le ha beneficiado a nadie [en la región], menos a los países exportadores".
"Hay que reconocer que las izquierdas latinoamericanas han entrado en un periodo de crisis", señala el analista de temas internacionales Eduardo Rosales Herrera, especializado en Derechos Humanos de América Latina. "Al modelo económico [actual] no se le ve mucho futuro y esto queda de manifiesto con el triunfo de Mauricio Macri en Argentina. Los problemas que se pensaban superados (hiperinflación, devaluación, control de cambio y escasez) están más que presentes", añade.
2. Corrupción
Otro de los problemas que añaden a la crisis de la izquierda en la región es la corrupción que se viven en algunos gobiernos.
Al hablar del tema, los analistas coincidieron en señalar el caso de Brasil como principal ejemplo, donde la presidenta Dilma Rousseff está por enfrentar un proceso de juicio político acusada de corrupción, que podría llevarla a la destitución; como sucedió en Guatemala en el gobierno del presidente de derecha Otto Pérez Molina.
"No se puede sostener que estos problemas son producto de la guerra económica y el imperialismo. Sí, fallaron", señala Rosales Herrera.
3. Desgaste del poder
Existen otros errores, los cuales se van acumulando durante "muchos años de gobierno", nos explica López Castellanos.
"Estamos viendo ciclos", explica Yadira Gálvez: "Cuando finalizaron las dictaduras, vimos el ascenso de gobiernos neoliberales y después -como resultado de los límites de ese modelo y sus déficits-vimos la llegada de los gobiernos de izquierda. Ahora se cuestionan los proyectos de poder a largo plazo, como lo fue Hugo Chávez en Venezuela (14 años en el poder), los Kirchner en Argentina (12 años en el poder con dos presidentes), el Partido de los Trabajadores en Brasil (12 años en el poder con dos presidentes, Lula da Silva y Dilma Rousseff), Evo Morales en Bolivia (en el poder desde 2006) y Rafael Correa en Ecuador (en el poder desde 2007)".
"Estos resultados electorales (Argentina y Venezuela) son por el desgaste de tantos años de gobierno y la posibilidad de que haya un cambio a través de las urnas", finaliza.
"El expresidente Lula, además de ser líder del partido, fue el responsable último de la decisión sobre quiénes serían los directores de Petrobras, lo que lo convierte en uno de los principales beneficiarios de sobornos", afirmó la policía brasileña en un comunicado.
Este hecho se suma a una serie de acontecimientos que, de acuerdo a analistas, demuestran la crisis que vive la izquierda en América Latina, como la baja popularidad de la presidenta brasileña Dilma Rousseff (por el mismo caso), el rechazo en referéndum a un cuarto mandato presidencial de Evo Morales o las derrotas electorales en Argentina y Venezuela de 2015
A continuación mostramos tres factores que alimentan la crisis que impera en la izquierda de la región.
1. La economía.
"A la izquierda en América Latina le ha faltado profundizar los procesos de transformación [económica] e ir más allá: ampliar los mecanismos de participación popular para desprenderse de esta dependencia de ser países exportadores de materias primas", nos explica Nayar López Castellanos, analista y catedrático de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
En este punto coincide Yadira Gálvez, investigadora de la misma institución, quien añade: "La crisis económica internacional no le ha beneficiado a nadie [en la región], menos a los países exportadores".
"Hay que reconocer que las izquierdas latinoamericanas han entrado en un periodo de crisis", señala el analista de temas internacionales Eduardo Rosales Herrera, especializado en Derechos Humanos de América Latina. "Al modelo económico [actual] no se le ve mucho futuro y esto queda de manifiesto con el triunfo de Mauricio Macri en Argentina. Los problemas que se pensaban superados (hiperinflación, devaluación, control de cambio y escasez) están más que presentes", añade.
2. Corrupción
Otro de los problemas que añaden a la crisis de la izquierda en la región es la corrupción que se viven en algunos gobiernos.
Al hablar del tema, los analistas coincidieron en señalar el caso de Brasil como principal ejemplo, donde la presidenta Dilma Rousseff está por enfrentar un proceso de juicio político acusada de corrupción, que podría llevarla a la destitución; como sucedió en Guatemala en el gobierno del presidente de derecha Otto Pérez Molina.
"No se puede sostener que estos problemas son producto de la guerra económica y el imperialismo. Sí, fallaron", señala Rosales Herrera.
3. Desgaste del poder
Existen otros errores, los cuales se van acumulando durante "muchos años de gobierno", nos explica López Castellanos.
"Estamos viendo ciclos", explica Yadira Gálvez: "Cuando finalizaron las dictaduras, vimos el ascenso de gobiernos neoliberales y después -como resultado de los límites de ese modelo y sus déficits-vimos la llegada de los gobiernos de izquierda. Ahora se cuestionan los proyectos de poder a largo plazo, como lo fue Hugo Chávez en Venezuela (14 años en el poder), los Kirchner en Argentina (12 años en el poder con dos presidentes), el Partido de los Trabajadores en Brasil (12 años en el poder con dos presidentes, Lula da Silva y Dilma Rousseff), Evo Morales en Bolivia (en el poder desde 2006) y Rafael Correa en Ecuador (en el poder desde 2007)".
"Estos resultados electorales (Argentina y Venezuela) son por el desgaste de tantos años de gobierno y la posibilidad de que haya un cambio a través de las urnas", finaliza.