La reina Máxima de Holanda estuvo ayer en las ciudades alemanas de Erlangen y Núremberg con su esposo Guillermo, causando cierta controversia el abrigo que empleó en su visita a Baviera, adornado con cruces de diversas formas y tamaños.
Por la mañana los reyes de Holanda visitaron la fábrica del consorcio industrial Siemens en Erlangen —en la que charlaron con un grupo de trabajadores—, vistiendo Máxima de Holanda un abrigo gris con una serie de cruces, algunas de las cuales fueron señalados en internet como parecidos a cruces gamadas.
El abrigo, obra del diseñador holandés Claes Iversen, era de color gris claro e incluía diversas cruces y ornamentos metálicos que fueron tildados en las redes sociales como similares a esvásticas, generando cierta polémica su atuendo.
Por la tarde y durante su visita posterior a Núremberg, Máxima se había cambiado ya su controvertido abrigo por un sencillo y elegante vestido azul oscuro -que ya no recogió ni críticas ni alabanzas por parte del público.
Guillermo-Alejandro y Máxima de Holanda se encontraron en Núremberg con autoridades locales, además de con un grupo de empresarios holandeses y alemanes.
La estancia en la ciudad bávara incluyó la visita a la sala 600 del Palacio de Justicia —famosa por los procesos de Núremberg contra los jerarcas nazis, tras la II Guerra Mundial—, el Memorial de dichos procesos y la casa de Albrecht Dürer.
Por la mañana los reyes de Holanda visitaron la fábrica del consorcio industrial Siemens en Erlangen —en la que charlaron con un grupo de trabajadores—, vistiendo Máxima de Holanda un abrigo gris con una serie de cruces, algunas de las cuales fueron señalados en internet como parecidos a cruces gamadas.
El abrigo, obra del diseñador holandés Claes Iversen, era de color gris claro e incluía diversas cruces y ornamentos metálicos que fueron tildados en las redes sociales como similares a esvásticas, generando cierta polémica su atuendo.
Por la tarde y durante su visita posterior a Núremberg, Máxima se había cambiado ya su controvertido abrigo por un sencillo y elegante vestido azul oscuro -que ya no recogió ni críticas ni alabanzas por parte del público.
Guillermo-Alejandro y Máxima de Holanda se encontraron en Núremberg con autoridades locales, además de con un grupo de empresarios holandeses y alemanes.
La estancia en la ciudad bávara incluyó la visita a la sala 600 del Palacio de Justicia —famosa por los procesos de Núremberg contra los jerarcas nazis, tras la II Guerra Mundial—, el Memorial de dichos procesos y la casa de Albrecht Dürer.