Toronja con chile, polvo y bacterias
Independientemente de la comercialización de productos de dudosa procedencia y con la consecuente evasión de impuestos, la preocupación más grande en este tipo de comercio es quizás el que se refiere a la venta de alimentos preparados.
Naranjas, jícamas, pepinos y otros son preparados a la intemperie con nulos cuidados de higiene, y lo más que hacen los expenden es remojar sus productos en agua, que por cierto también es de dudosa calidad.
El riesgo a la salud ahí está.
Esa jícama o vaso de toronja que irá a parar a los estómagos de quien sabe cuánta gente contienen grandes cantidades de polvo y de las emisiones de los vehículos, y hasta a veces de los estornudos de los transeúntes que pasen por el lugar y no se toman la molestia de taparse la boca.
En vídeo que acompaña a esta se evidencia como una de las decenas de vendedora ambulantes hace la preparación de las tan demandadas “frutas con chile”.
Con las mismas manos con que cobra, sin protección alguna, ni tapabocas y a la intemperie, saca la fruta que luego, al ponerla en su vasito, pues ya no se “nada malo”.
Ciertamente no es nada nuevo mostrar estas imágenes, pero si representa un nuevo llamado a la gente que tenga cuidado con lo que consume.
